La Academia Internacional analizó el fenómeno de Turquía, que produjo 379 series en los últimos seis años

La productora turca Ay Yapim fue anfitriona la semana pasada del Academy Day Istanbul, donde se reveló que en los últimos seis años se produjeron en Turquía 251 series para los siete principales canales de TV abierta y 128 series para streamers, lo que lleva el total a 379 series y 15.000 horas.

El evento de cuatro días fue organizado por la Academia Internacional de Artes y Ciencias de la Televisión y reunió a miembros de la academia de más de 25 países. Las jornadas sirvieron para analizar el fenómeno de Turquía como nación productora y exportadora de contenidos y entender las claves de su éxito a nivel internacional.

“Queríamos venir a Turquía desde hacía ya muchos años por su cultura, su arte y su historia. Pero hemos tenido que superar múltiples obstáculos para lograrlo entre la pandemia y el terremoto”, expresó Bruce Paisner, CEO de la Academia Internacional de Artes y Ciencias de la Televisión.

“Es una emoción estar aquí con Kerem Çatay y sus colegas”, agregó Paisner en referencia al CEO de Ay Yapim.

El éxito internacional de Turquía es un fenómeno que supera ya una década y que tiene como origen los años 90, con la explosión de las cadenas privadas de televisión locales, como Kanal D, ATV, FOX, TRT, Kanal 7, Show TV, Star TV y TV8.

Según Ateş İnce, managing director de la distribuidora turca Madd Entertainment, es esta feroz competencia a nivel local, junto con el rol aspiracional que las “dizis” (dramas turcos) juegan en la sociedad, lo que ha permitido su éxito internacional.

“Si tienes éxito en Turquía puedes tener éxito en cualquier lugar del mundo”, resumió.

Bruce Paisner, CEO de la Academia Internacional de Artes y Ciencias de la Televisión, junto a Kerem Çatay, CEO de Ay Yapim

Kerem Çatay coincidió durante su panel con dicha visión y destacó el modelo de producción turco como otra de las claves del éxito.

Según detalló, de las 72 series turcas que se estrenaron durante 2022, “probablemente la mitad no completaron su primera temporada”.

“Y eso nos gusta”, agregó, “porque si no está funcionando aquí, no funcionará a nivel internacional”.

En Turquía las series se filman episodio a episodio y casi en simultáneo con su emisión, un modelo que permite a las cadenas reaccionar de manera ágil si un contenido no está funcionando.

“Turquía es el único país del mundo en el que sabes si un show funcionará o no ya en su séptimo episodio”, añadió al respecto Charlotte Raben, de Warner Bros. International, quien ha trabajado de cerca con Ay Yapim en proyectos como la adaptación turca del drama teen ‘The OC’ (‘Medcezir’).

Como prueba de esta feroz competencia, Erdi Isik, manager de Desarrollo de Dramas de Ay Yapim, reveló que en los últimos seis años un total de 65 compañías produjeron 251 series para los siete principales canales de TV abierta. Para OTT se realizaron otras 128 series desde 2017, lo que lleva el total a 379 series y 15.000 horas.

Familiar pero exótico

La profesora venezolana Carolina Acosta-Alzuru, de la Universidad de Georgia, también participó de las conferencias como experta en el fenómeno turco, que viene analizando desde hace ya varios años.

Según Acosta-Alzuru, parte del éxito de las dizis en América Latina se explica por su cercanía al melodrama latino. Sin embargo, puntualizó que sus diferencias también impulsan su popularidad: un ritmo más lento, altos valores de producción y giros inesperados de guion.

La combinación de elementos familiares con lo exótico es una parte importante de la experiencia de visionado de las audiencias internacionales, argumentó la profesora, quien explicó que los espectadores disfrutan esa combinación de historias universales de amor y familia con las locaciones desconocidas y glamorosas de Turquía.

Juan Ignacio Vicente, actual director ejecutivo de Chilevisión y VP de Paramount Chile, y que fue uno de los primeros ejecutivos en apostar por las turcas cuando estaba en el canal de TV abierta Mega, describió el fenómeno como “una bomba increíble que explotó en América Latina”.

Vicente fue clave en 2014 para la llegada de ‘Las mil y una noches’ a Mega, un contenido que estaba seguro de que funcionaría por tres razones: su foco en asuntos éticos, la cercanía cultural con Turquía y los altos valores de producción.

Su apuesta dio evidentemente frutos, convirtiendo a Mega en la cadena más popular de Chile desde el cuarto puesto que ocupaba hasta entonces.

Pelin Diştaş, ejecutiva local de Netflix, agregó que para que un contenido turco funcione debe ser “verdaderamente local”. “Nuestro storytelling es muy realista”, destacó, y puso como ejemplo la original turca ‘Who Were We Running From?’, que recientemente logró estar en el Top 10 en más de 50 países.

Kerem Çatay agregó que la familia es un elemento que no puede faltar en una historia turca o en un formato internacional que pueda ser adaptado localmente. “Todo lo que hagamos debe ser primero exitoso en Turquía y eso significa que debe tener unas historias fuertes de amor y de familia”.

El desafío, completó, es lograr el balance justo entre elementos nuevos con los tradicionales. A modo de ejemplo, mencionó a ‘Family Secrets’, que está teniendo éxito pese a ser un drama sobre crimen, un género que no suele funcionar en Turquía. En este caso la productora agregó elementos de amor que le han permitido a la serie renovar por tres temporadas localmente y ser vendida de docenas de países en todo el mundo.

Chris Oarr 06-06-2023 ©cveintiuno

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