Kapow: “El que no evoluciona, envejece”

La productora argentina Kapow celebra 20 años en medio de una nueva transformación como parte del Grupo América, donde busca abrir camino para una nueva generación de melodramas latinoamericanos para streaming e internacionalizar el contenido peruano.

‘El presidente’ (Amazon Prime Video)

Fue creada al ver un nicho en la TV paga, una oportunidad que no dejó pasar la llevó también a la TV abierta y fue la primera productora argentina en producir tanto para Netflix (‘Estocolmo’) como para Amazon (‘El presidente’).

Kapow sabe de cambios. Y todo nació de un encuentro inicial más bien rutinario entre Agustín Sacanell y Lucas Rainelli.

“Yo tenía una pequeña empresa importadora de insumos para televisión, como tapes, lámparas y gelatinas, cosas así. Agustín trabajaba como productor junior y tenía a cargo hacer el pedido de los materiales vírgenes para una productora. Así nos conocimos, nos hicimos amigos y un día hablamos de armar algo juntos”, explica Lucas Rainelli, hoy presidente de la Cámara Argentina de Productores Independientes de Televisión (CAPIT), sobre el nacimiento de la productora argentina Kapow, que celebró este año su 20 aniversario.

Lucas Rainelli

El activo inicial con el que contaban era una isla de edición que tenía Agustín, “unos fierros gigantes” que por aquel 2003 eran una inversión nada despreciable. Lucas compró una segunda isla y así echaron a andar, inicialmente como posproductora.

“Yo venía de tener experiencias en Endemol, RGB, Cris Morena Group, lugares donde aprendí muchísimo. Lucas era mi proveedor. Él venía con ganas de involucrarse en la producción y yo con ganas de tener un poquito más de autonomía. Vimos que la industria, que en ese momento era más estática, tenía un lugar que nadie estaba ocupando en la TV paga”, recuerda a su vez Agustín.

Hoy producen para todas las plataformas (Netflix, Amazon, HBO, Disney, Paramount), y no solo se están embarcando en el desarrollo de una nueva generación de melodramas latinoamericanos para streaming, sino que se han incorporado al Grupo América de Perú, que adquirió el 51% de la productora.

Entre otras oportunidades, a través de esta alianza Kapow busca posicionar internacionalmente los estudios Pachacámac, un complejo de nivel internacional localizado en Lima que cuenta con cinco estudios (tres de 1.000 m2 y dos de 500 m2), más de 54.000 m2 de infraestructura y tecnología de última generación.

Agustín Sacanell

¿Qué se siente para Kapow cumplir 20 años?

Lucas Rainelli (LC): Yo lo resumo en cuatro hitos. El primero fue la primera noche que pasé acá en Kapow en enero de 2003, cuando compré la isla de edición y traje a la oficina la isla de Agustín, que estaba de viaje. No teníamos ni alarma, ni reja, ni nada. Yo pasé la noche durmiendo al lado de los equipos con un cuchillo en el bolsillo. En aquella época, Palermo no era lo que es ahora; era muy oscuro (risas).

El segundo fue en 2009, en el típico verano cuando a los canales de aire se les libera algún slot. Ahí tuvimos la oportunidad de hacer ‘Cocineros argentinos’, formato que ya lleva 15 años al aire y ha tenido versiones locales en México, Chile, Bolivia, Uruguay, entre otros. El tercero fue ‘El presidente’ y lo complejo que fue esa coproducción con nuestros socios chilenos de Fabula. Y por último, la asociación que tenemos con nuestros amigos de América de Perú.

Agustín Sacanell (AG): Mirando para atrás, vemos que hace 20 años la televisión era otra. La primera adaptación fue pasar de producir para TV abierta a la TV paga, con verticales de nicho saliendo del generalismo. Luego llegan las plataformas y piden un estándar de calidad más alto. Pasando raya de todo ese recorrido, lo que terminamos destacando es la capacidad de adaptación y de reinvención a este mercado tan vertiginoso, de salir de los espacios de confort y no quedarse en un terreno ganado. La industria es súper dinámica y el que no evoluciona, envejece.

¿Por qué fue complejo producir ‘El presidente’?

LR: Era un desarrollo de Fabula que Agustín vio en una feria y le pareció excelente. Pero era un proyecto chileno muy local y nosotros nos dábamos cuenta del potencial del “FIFA Gate” para internacionalizarlo y hacerlo grande. Entonces firmamos un acuerdo y luego nosotros fuimos a buscar a Gaumont. El resultado fue muy bueno y nos posicionó definitivamente. Pero fue difícil compartir la mirada.

Gaumont también tenía mucho para opinar porque venía de hacer ‘Narcos’. Nosotros trajimos a Armando Bó, que también aportó su visión. Lo complejo fue combinar las diferentes idiosincrasias. El argentino quizás es más creativo, pero más rupturista y también caótico. El chileno es mucho más estructurado y también más eficiente: nuestra productora aprendió mucho de Fabula y su forma tan ordenada de trabajo. Por su parte, la división de Estados Unidos de Gaumont venía con protocolos estrictos y burocráticos. De hecho, nunca nos auditaron tanto como Amazon en esa producción.

‘Los protectores’ (Star+)

¿Con qué están ahora?

AG: Estamos en etapa de preproducción de dos proyectos muy grandes para dos plataformas distintas, vinculados a la vuelta del melodrama al streaming. Cada quien denomina a estos contenidos de una forma distinta, sean “serielas” (combinación entre serie y telenovela) o series con muchos episodios. Las nuestras son producciones de 30 episodios. En cuanto a géneros, viene pasando en el mercado esta tendencia de partir de la base del melodrama para sumarle condimentos de serie premium. Creo que hay bastante demanda de ese tipo de contenido por parte de las audiencias.

Kapow quizás tiene más vínculo con las series premium de ficción. ¿Cómo se lleva con el melodrama?

AG: Ahora, y muchas veces en nuestros 20 años de historia, nos fuimos adaptando a la demanda tanto de nuestros clientes como de las audiencias. Es cierto que nuestra construcción no viene desde el melodrama y varía el tipo de talento y el diseño de producción. Pero es posible correrse desde la serie hacia el melodrama, sumando episodios, conservando los estándares de calidad, construyendo narrativas que hagan pie sobre el triángulo amoroso, la historia coral, en lugar del thriller que se apoya en un único personaje.

Es una nueva adaptación, como tantas veces nos ha tocado, si consideramos que cuando comenzamos ni siquiera hacíamos ficción, pero estuvimos a la altura cuando en 2015 tuvimos que hacerlo para Netflix con ‘Estocolmo’, junto a nuestros amigos de StoryLab. Tuvimos que transformar la productora y cambiar nuestro mindset para entender lo que se venía.

Un gran hito de Kapow fue comenzar a crear sus propios contenidos originales a partir de 2008. ¿Cómo conjugan la necesidad de retener sus propios IPs con el trabajo de originals para las plataformas?

AG: En los primeros pasos de Kapow estábamos muy orgullosos de producir para clientes fuertes en la región como Viacom, para sus marcas MTV, Nickelodeon o VH1, tanto en Argentina como México o Colombia. Un día nos dimos cuenta de que pensábamos ideas, las llevábamos y perdíamos toda la propiedad intelectual. En ese momento no entendíamos el valor de la IP, siempre lo aprendimos a partir de la experiencia. Cuando comprendimos lo que le aportaba a la compañía en términos de originalidad, prestigio y reconocimiento, pero también en términos económicos, permitiendo explotar una marca también a nivel de sponsors y en la venta de formatos internacionales, fue que empezamos a desarrollar nuestros propios contenidos como la franquicia ‘Cocineros’.

Cuando vinieron los streamers, llegaron con una billetera muy grande para quedarse con toda la propiedad intelectual. Pero para nosotros también era un salto de calidad: producir en los estándares que exigían era un desafío importante para nosotros. Las batallas no se dan todas juntas y decidimos elevar nuestro estándar de producción, que implicaba una suma de valor muy importante para Kapow. Optimizar contratos vendría a posteriori, como con el caso de ‘El presidente’, IP que compartimos con Gaumont y Fabula. Así que en algunos casos retenemos la IP y en otros no, pero creemos que es muy difícil elegir un camino único en una industria tan dinámica.

‘Cocineros argentinos’

Hoy, más que nunca, se exploran muchos modelos con distintos socios para financiar y materializar un proyecto. ¿Cuál es la visión de Kapow sobre los modelos de negocio posibles en la actualidad?

AG: En primer lugar, queda claro que determinados players no sustituyen a otros: no es que el streaming sea el acta de defunción de la TV abierta. Nosotros hicimos ‘Supernova’ entre Amazon y Canal 9, por poner un ejemplo. Los streamers se dan cuenta de que para aumentar sus suscriptores y optimizar sus presupuestos pueden colaborar con la TV abierta, como lo hace RCN con ViX, por ejemplo. En nuestro caso, hemos avanzado en buscar asociaciones entre América TV de Perú y alguna plataforma a partir de nuestra fusión.

Nosotros vamos hacia esos modelos colaborativos, donde encontramos dos pantallas que no se parasitan. El mayor desafío quizás sea encontrar el contenido que haga funcionar a ambos.

¿Qué tipo de proyectos están desarrollando entre Kapow y América?

AG: Primero, impulsar una ley peruana de cash rebate, donde estamos poniendo nuestro granito de arena junto a toda la industria peruana. Eso puede dinamizar muy rápidamente la industria. En segundo lugar, creo que Perú tiene unos costos súper competitivos y estamos realizando un relevamiento para saber en qué lugar estamos parados con respecto a nuestros competidores. Es algo parecido a lo que le pasa a Colombia, donde tal vez la producción para el mercado local no es muy grande pero jala un montón de trabajo que viene desde México a buscar esa competitividad. Es en esa conversación donde nos vamos a meter el año que viene y creemos que vamos a ser muy competitivos.

¿Qué tipo de contenidos ven que está demandando hoy el mercado?

LR: Hay que decir algo contundente: la verdad es que nadie sabe para donde va la industria del streaming. Yo lo observo estando en la presidencia de CAPIT y conversando mucho con los colegas productores. Todos hablaban de que la guerra del streaming iba a durar cinco años, pero duró uno y explotó la burbuja. Yo he tenido varias reuniones donde los ejecutivos de las plataformas me dicen: “Cada seis meses me cambian la estrategia”.

Entonces creo que lo peor que se puede hacer es guiarse por lo que quieren las plataformas, porque llegás tardísimo. Tenés que tratar de que tu olfato te diga dónde hay una oportunidad. Y moverlo rápido, porque si demorás tres meses ya te dicen que están buscando otra cosa. Es una industria muy nueva, tiene siete años. Y estas compañías se mueven como fondos de inversión, en base a anticiparse a la inversión según alzas y bajas en números de suscriptores. Nosotros, como productores, pensamos en un contenido que le guste a la gente, pero ellos suelen manejar criterios de Wall Street. Sin embargo, es como está funcionando la industria, que está tratando de encontrar su propio camino, recalculando todo el tiempo.

Sebastián Torterola 06-12-2023 ©cveintiuno

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