El CEO de Disney, Bob Iger, ha insinuado que los contenidos originales de Disney+ producidos fuera de Estados Unidos probablemente disminuyan para alcanzar la meta de US$ 3.000 millones de recortes vinculados al contenido que recientemente se propuso la compañía.
Durante una aparición en la conferencia de Tecnología, Medios y Telecomunicaciones de Morgan Stanley este jueves, Iger dijo que había una “desconexión” entre lo que Disney está haciendo en los mercados internacionales y lo que está haciendo en Estados Unidos de cara a la distribución global.
“Creo que tal vez creamos una especie de desequilibrio, porque los managers de territorio de la plataforma Disney+ estuvieron inclinándose más hacia lo que producían localmente, lo cual tiene cierto valor, pero tal vez no tanto hacia lo que se producía para el consumo global, y esa es otra oportunidad para nosotros en términos de reducción de gastos”, dijo.
Para impulsar la expansión global de su OTT Disney+, en los últimos años la compañía matriz estableció hubs locales de commissioning en varios territorios internacionales. Entre ellos, América Latina -única región donde además de Disney+ opera con Star+ como servicio independiente- y varios en Europa, donde previamente dijo que lanzaría 50 originales para 2024.
Si bien aún es demasiado pronto para saber exactamente de qué manera Iger buscará atacar esta “desconexión”, sus comentarios sugieren que se avecina un cambio en la estrategia de contenido, en línea con el control de gasto que está poniendo en marcha.
El mes pasado, durante la presentación de resultados del primer trimestre de Disney, Iger sorprendió al revelar que la compañía busca recortar alrededor de US$ 5.500 millones en total, de los cuales US$ 3.000 millones provendrán de contenido no deportivo. Además, eliminará 7.000 puestos de trabajo a nivel mundial.
Ayer, el CEO dijo que el objetivo de ahorro de US$ 3.000 millones es “alcanzable”, pero “no llegará de inmediato, porque tenemos compromisos vigentes para este año y de alguna manera hasta 2024”.
Desde su regreso, tras la salida repentina de Bob Chapek, Iger puso un microscopio en lo que él llama “contenido indiferenciado” -particularmente el contenido live-action de acción para adultos que produce para su plataforma de streaming Hulu-, y sugirió que Disney podría retirar sus inversiones en este terreno.
Una de las principales decisiones que enfrenta Iger es comprar o no la participación del 33% que mantiene Comcast en Hulu.
Si bien inicialmente se asumió que Disney adquiriría a partir de 2024 la parte restante de Hulu por alrededor de US$ 9.000 millones, desde su regreso Iger ha expresado públicamente sus dudas acerca del movimiento.
“El entorno es muy complicado en este momento, y antes de que tomemos decisiones de inversión importantes, queremos entender hacia dónde podría ir ese negocio”, dijo.
En términos más generales, Iger dijo que el gasto en contenido en Disney se examinará mucho más de cerca que hasta ahora. “Tenemos que ser más juiciosos, no solo en términos de cuánto estamos gastando, sino también de en qué lo estamos gastando”, indicó, y agregó que la compañía buscará enfocarse en “la calidad y no en el volumen”.
Vuelta a la distribución a terceros
El CEO también se refirió a cómo Disney podría, o debería, volver a vender su contenido a terceros.
“A la vez que buscamos reducir el contenido que creamos para nuestras propias plataformas, probablemente haya oportunidades para otorgar licencias a terceros”, señaló.
“A medida que llegamos a un punto en el que necesitamos menos contenido para nuestras plataformas y todavía tenemos la capacidad de producir ese contenido, ¿por qué no usarlo para aumentar los ingresos?”.
Iger asumió que la estrategia de retener todos los contenidos en Disney+ resultó no ser la adecuada a mediano plazo.
“Vemos claro que la exclusividad que pensamos que sería tan valiosa para aumentar los suscriptores… no fue tan valiosa como pensábamos. El contenido en realidad puede existir en la plataforma tradicional y en la plataforma de streaming sin dañar a ninguna de las dos, porque en realidad hay audiencias muy diferentes que consumen esas plataformas”, reconoció.
Iger usó el ejemplo de la sitcom de falso documental ‘Abbott Elementary’ como un show que está teniendo un gran desempeño tanto en la cadena de TV abierta ABC, propiedad de Disney, como en Hulu, a pesar de que existe una diferencia de edad promedio de 30 años entre las dos pantallas.
“Entonces, ¿por qué no hacer que vivan en ambos? Amortizas mejor tus costos y podría argumentar que también hay un impacto positivo en el [gasto] de marketing. Estamos viendo eso”.
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