Diego Guebel: “El trabajo del productor es no pensar en lo que los clientes quieren”

Desde que creó Cuatro Cabezas y el fenómeno ‘CQC’, Diego Guebel demostró a la industria que ser irreverente no está divorciado de ser un profesional clase A. Hoy al mando de Boxfish, el líder de Los 100 de Cveintiuno protagoniza la escena unscripted de Argentina, Brasil y España. 

Diego Guebel

Diego Guebel, productor argentino tan rebelde y desenfadado como talentoso y perfil bajo, domina como pocos el lenguaje televisivo y entiende con notable lucidez el rol del productor en un ecosistema cada vez menos evidente.  

Su trayectoria comienza hace ya casi 30 años cuando en 1994 funda junto con Mario Pergolini la productora Cuatro Cabezas, que llegó como un huracán fresco y transgresor a la pantalla de TV abierta argentina, con programas como ‘CQC’, ‘El rayo’, ‘Punto DOC’ o ‘La liga’. Pronto se convertirían en pioneros en la creación y exportación de formatos al mercado internacional.  

El saber hacer y la mirada fuera de la caja de Guebel lo fueron colocando en la mira sucesiva de compañías más grandes, y así pasó a ser CEO de la renombrada Eyeworks Cuatro Cabezas para Argentina, Brasil, España, Portugal y Chile; y luego, tras la adquisición de esta por Warner Bros., asumió las riendas de Sudamérica y sur de Europa para Warner Bros. International Television Production. Más tarde se movió al otro lado del juego y en Brasil fue director de Contenidos y VP de TV abierta y Pay TV del Grupo Bandeirantes, hasta 2017. 

Desde entonces, además de ejercer la presidencia de CAPIT (Cámara Argentina de Productores Independientes de Televisión) hasta el pasado mes julio, es presidente de Boxfish.

Con sedes en Buenos Aires, San Pablo y Madrid, es una de las productoras más activas en contenido unscripted en esos territorios, tanto en la producción de grandes formatos internacionales (‘Family Feud’, ‘MasterChef’) como en la creación de IPs propios (‘¿Quién sabe más de Argentina?’, ‘El hotel de los famosos’) y más recientemente también con el género documental (‘Locomía’, ‘Colonia Dignidad’).  

Destacado como Líder creativo de Los 100 de Cveintiuno, Diego Guebel ofrece su visión de la industria, la producción y las ideas. 

Boxfish está presente en Argentina, Brasil y España. ¿Cómo se llega a esa huella?  

Son los tres lugares donde creemos que somos locales, donde tenemos muy buenos vínculos con las emisoras y los streamers. Es donde yo he trabajado muchos años, primero siendo Cuatro Cabezas, después siendo Eyeworks, después siendo Warner, y en Brasil estuve seis años dirigiendo Band. Más allá de las ideas y el know how, conocer y que te conozcan te anticipa la posibilidad de trabajar. Sentirte cómodo y tener fuerza local es el primer paso para todo. 

¿También para que tus ideas viajen? 

Vos trabajás para tu mercado local, no para afuera. En nuestro caso, para Brasil, Argentina y España. Cuando ves las grandes compañías que exportan, lo hacen como consecuencia de tener una buena pisada en el mercado local. Nos pasó cuando empezamos con Cuatro Cabezas, que fuimos yendo a otros lugares gracias a nuestros propios formatos. Pero hoy cualquier compañía de streaming lo primero que piensa y que te pide es que funcione en el mercado local. Si después funciona fuera, muy bien. 

Nosotros cada vez que tenemos un formato nuevo, arrancamos por nuestros países. Un formato nuevo en un país es una gran cosa, en dos países ya pasa a una etapa superior, y si está en tres países ya es un formato que tiene que viajar. 

‘¿Quién sabe más de Argentina?’ lo llevamos a Brasil, donde Band lo emite como ‘1001 Perguntas’. ‘El gran premio de la cocina’ lleva 15 temporadas en Argentina y lo estamos llevando a España, también lo intentamos en Brasil. Pero no es fácil cuando vas a buscar una franja diaria. Normalmente los lugares aparecen cuando algo deja de funcionar. Nadie te está esperando.  

‘1001 perguntas’ es la adaptación brasileña de ‘¿Quién sabe más de Argentina?’

Tienes mucha experiencia creando formatos y exportándolos. ¿La creación de IP propio es una prioridad para Boxfish?  

La voluntad de crear formatos propios siempre está, pero la compañía es dual: es una fábrica de horas y es una fábrica de propiedad intelectual. 

Al adaptar también jugás con la creación de ideas, solo que el IP no te queda. Por ejemplo, hicimos un esfuerzo enorme para que ‘MasterChef Celebrity’ funcionara en formato diario en Argentina. Cuando nos lo pidieron desde Telefe al principio pensamos: vamos a romper el formato. Pero aplicás mucha creatividad, hacés todo un aprendizaje y lográs que funcione. Ese know how acaba siendo parte de la propiedad intelectual de otro, pero te permite trabajar y, cuanto más trabajo tenés, más posibilidades tenés de contar con una estructura fija que esté pensando en ideas.

¿Y cómo trabajan ese desarrollo interno de ideas?  

Yo soy productor, me gusta traer ideas y estoy muy cerca de las personas que están efectivamente en el desarrollo. Y también tenemos muy cerca el desarrollo de la ejecución, siempre lo asumimos así. Cuando arrancamos algo involucramos a todas las áreas (foto, escenografía, edición…) en etapas muy anteriores a la realización. No es que sea la única manera de hacer las cosas o la mejor, pero es la nuestra. 

En general partimos de un formato o de un desarrollo interno, ya sea porque algo nos gusta o porque nos pidieron una idea. El último ejemplo es el formato de ‘El hotel de los famosos’. Había empezado como una idea para el streaming, y El Trece nos dijo lo que estaba necesitando y le buscamos una vuelta. El know how se adquiere practicándolo.  

Nosotros estábamos haciendo game shows como ‘100 argentinos dicen’ (‘Family Feud’) o ‘¿Quién sabe más de Argentina?’, talents como ‘MasterChef’, ‘The Cut’ para HBO Brasil o ‘Cook Island’ para GNT, y con ‘El hotel de los famosos’ empezamos a hacer reality. Y en la medida en que te ponés a hacer un reality, adquirís una cultura que no tenías o la despertás si estaba dormida en alguna parte de tu ADN. Y posiblemente te pongas a crear otro.  

‘El hotel de los famosos’ es un formato original de Boxfish

¿Cuánto pesa el brief del cliente en la etapa de desarrollo? 

A la hora de crear, tenés que hacer lo mejor que podés hacer. Yo nunca tengo prejuicios. Es el trabajo de los canales o streamers decirte que no. Y es el trabajo de las productoras no pensar en lo que quieren, sino pensar fuera de la caja y llevar tus ideas.  

Por mi experiencia en un canal de televisión, sé que muchas veces no sabés lo que querés, porque no te lo presentaron. El productor te pregunta qué estás buscando y vos no lo sabés. El rol del productor es ir un paso más allá con la idea, con la ejecución y con todo lo que viene atrás. Debe ser así. Del otro lado la persona está inundada de PDFs, de presentaciones, de paper formats. Tenés que ayudarlo a darle una idea más acabada de tu proyecto. Cuanto más hacés y mejor hacés, más fácil resulta. Y una vez que estás andando, es más fácil que el otro piense: si lo hacen los de Boxfish, va a estar bueno. 

¿Están abiertos al codesarrollo de formatos con otros socios?  

Nosotros muy difícilmente vamos a desarrollar con un tercero. No vale la pena, porque el desarrollo es todo el trabajo. La idea inicial es apenas el primer gatillo, todavía no tenés nada. Lo que vale es el desarrollo, pensar cómo se hace, con qué frecuencia, con quiénes. Y después entrar en conversaciones con las emisoras o streamers. 

En la ficción el codesarrollo y la coproducción tienen más sentido, porque a veces es una combinación de fuerzas: uno tiene territorios, otro aporta talento, otra capacidad financiera… En formatos es distinto y se juega mucho los vínculos que tengas con los canales. Solo te creen en base a la experiencia y con un formato conocido y probado. 

Pero si van por lo conocido, ¿cómo pueden surgir ideas nuevas en el mercado?  

Esta es una industria de individuos y que pase algo con un formato a veces se refleja en el resto. En un momento Israel sacó un formato atrás del otro, y ahora Corea del Sur. Estos fenómenos siempre parten de que alguna emisora se la haya jugado y haya querido probar algo distinto. Con ‘El hotel de los famosos’ nos pasó. Pero es muy difícil que un canal se la juegue en el prime time con un formato diario de algo que no conoce.  

Además, no salen fácil. Cuando mirás el top 100 consolidado de los formatos más vendidos en el mundo, la mayor parte tiene más de siete, diez años.  

¿Cómo está la relación entre streamers y entretenimiento?  

Para mí es un buen momento. Cuantos más lugares tenés para ir a llevar una idea, más fuerza le podés meter a la idea. Pero sí es un escenario que está en desarrollo.

Es verdad que el streamer irrumpe con un nuevo modo de consumo, pero entra a cumplir el rol que cumplía el cable. Se jugaron a hacer cosas que la televisión generalista no haría, buscaron un nicho, le dieron importancia, llegaron con otros presupuestos. Dicho esto, una compañía ya establecida como Netflix difícilmente busque nicho. Tal vez sí en su mercado más grande, que es Estados Unidos, pero en el resto del mundo está buscando contenidos más populares.  

Yo creo que esto termina consolidado en tres o cuatro plataformas, porque lo único que no varía es el tamaño del bolsillo de la gente. La gente va a tener la misma plata que destinaba al cable, con todos los extras que ponía, para el streaming. El límite es ese. Y el consumo también tiene un límite, las personas también salen de casa o se van a dormir. 

Pina Mezzera 25-08-2022 ©cveintiuno

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