Pionero en varios aspectos del negocio audiovisual, como en su vínculo temprano con los streamers o el posicionamiento de las llamadas narcoseries, el broadcaster colombiano Caracol TV actualmente se encuentra embarcado en proveer servicios de producción para el mercado internacional y en impulsar sus propios formatos de entretenimiento, como ‘La descarga’.

Para Dago García, VP de Producción y Contenido, ese elemento de búsqueda por la innovación se debe, en gran parte, a los orígenes estatales de la televisión de Colombia en su conjunto.
“La TV colombiana tiene un origen bien diferente al de las demás televisoras de Latinoamérica, por ser la única que surgió como TV de Estado en los años 50”, explica.
“Somos muy jóvenes en la televisión privada: 20 años en una historia que tiene más de 70 años. Y en tiempos de la televisión privada, las políticas que dictaba el gobierno promovían la innovación y la audacia. Eso se quedó un poco en el ADN de nuestra TV: no es que tengamos un espíritu innovador que surge de la nada, sino que siempre el Estado promovió la competencia, no solamente innovación en los contenidos, sino en la forma de hacer negocios para crear esos contenidos”.
Entre otros aspectos, el veterano productor menciona el papel colombiano en la promoción de la comedia romántica, un tipo de telenovela “con un personaje cómico en el centro”, además de impulsar las narcoseries “que hoy en día todos ofrecen”, las biopics o los “realities de emisión diaria”.
En cuanto a los modelos de negocio, este aspecto de mayor apertura de Colombia a nivel de transformación quedó patente con la popularización de las plataformas de streaming.
“Cuando todos vieron en los streamers una gran amenaza para la televisión abierta, nosotros encontramos un gran aliado estratégico. Hoy, tenemos diferentes modelos de negocio que promueven relaciones ganar-ganar. Creo que todo eso tiene que ver con el espíritu que nos da nuestro origen: mientras que en Estados Unidos, México, Argentina, Brasil y Perú la televisión surgió como una extensión de la radio privada, en Colombia surgió como televisión de Estado arrendada a pequeñas empresas y que siempre promovió la innovación y la competencia”, añade García.
En ese sentido, el productor destaca la “eficiencia” del Ministerio de Cultura de Colombia, que a través de la Ley de Cine ofrece incentivos tanto fiscales como en modalidad cash rebate, y que, más recientemente, se encuentra impulsando una línea de Certificados de Inversión Audiovisual (CINA) para atraer productores internacionales y fortalecer los gremios del sector.
“Hemos sido de los primeros productores de televisión que capitalizamos estos incentivos el año pasado a través de cuatro producciones grandes que desarrollamos”, comenta.
“El ecosistema que existe en Colombia nos hace muy atractivos para la producción internacional, por la ubicación geográfica, los costos racionales con talento de primera mano, y un español, que aunque no es neutro, tiene un acento que se entiende”.
Producciones y ajustes futuros
Para Caracol, 2022 fue “quizás el año más importante de la última década” a nivel financiero.
Además de mantener un sólido posicionamiento a nivel nacional, la compañía exploró de lleno un nuevo modelo de negocio: la producción de licencias para mercados que no tienen necesariamente que ver con su pantalla local.
El primer paso en ese sentido fue ‘El rey Vicente Fernández’, la biopic del cantante mexicano rodada en México y Estados Unidos en asociación con Netflix. Luego, también vinieron acuerdos con otros streamers como Amazon, ViX y Apple TV.

“Fue un año en el cual no solamente seguimos conservando nuestro liderazgo en Colombia con nuestra producción in-house, sino que logramos una proyección internacional muy fructífera. Además, hace un tiempo que venimos trabajando en la generación de nuestros propios formatos de entretenimiento unscripted y melodramas con subgéneros que los renueven”, asegura García.
Así, además del mencionado ‘La descarga’, Caracol estrenó recientemente ‘Ventino’, un melodrama con un elemento musical a la manera de ‘La reina del flow’ o ‘Arelys Henao’; y prepara títulos como ‘La influencer’, melodrama ambientado en temas de redes sociales pero desarrollado en tono de comedia; ‘Power Romina’, serie para público joven vinculada a las competencias de bicicletas; y un melodrama clásico ubicado en los años cincuenta, ‘Devuélveme la vida’.
“A nivel de nuestra pantalla, lo que hemos hecho siempre es tomar el melodrama y acompañarlo de algún subgénero que lo actualice, que le dé ese elemento de innovación. Eso no solamente nos ha funcionado mucho a nivel local, sino también internacional”, dice el productor.
Pensando en el futuro, Dago García siente que el mayor desafío de la industria es “tratar de acabar de ajustar el ecosistema” en el cual convivan de manera colaborativa “las diferentes formas de la televisión”. De hecho, en sus palabras, es algo que ya se encuentra en marcha.
“La aparición de los streamers y la pandemia demostraron algo que parecía evidente, pero que aún no habíamos caído en cuenta: los contenidos de la televisión no tienen una sola vida. Por ejemplo, cuando estrenamos con éxito un contenido en nuestra pantalla, lo llevamos a un streamer y sigue siendo exitoso, y luego incluso lo repetimos y vuelve a ser exitoso en la televisión. Entonces, la idea que teníamos de que el contenido televisivo era fugaz, ha entrado en crisis. Hoy estamos con ese descubrimiento de las múltiples vías que tiene un contenido y buscando de qué manera integrarlas a un ecosistema de la televisión”, afirma.