Para el SVP de Telemundo Streaming Studios y fundador de Underground Producciones hay dos secretos para ser buen productor: nunca dejar de ser espectador y encontrar el equilibrio entre lo sofisticado y lo popular.
Al conversar con Sebastián Ortega para Los 100 de Cveintiuno se hace evidente que parte de su éxito está en que nunca dejó de ser un espectador más de cine y televisión. Es como si, al reencontrarse con la pantalla, recrease una y otra vez el eterno disfrute de ver una historia que lo sorprenda.
Es este disfrute el que ha llevado a Underground Producciones, la tradicional casa argentina de contenidos de Ortega, a desarrollar un sello creativo propio.
Para lograrlo, la productora fue eligiendo combinar la investigación documental y periodística (‘Ser urbano’, ‘Tumberos’) con la comedia propia de las teleseries o “tiras” familiares (‘Los Roldán’, ‘Costumbres argentinas’) que poblaron las pantallas argentinas de TV abierta.
Años más tarde, la síntesis creativa de Underground, que desde 2019 pertenece a Telemundo Global Studios, se logra en la construcción de historias alternativas que, en los casos más recordados, llevan a la audiencia a descubrir el lado humano de universos oscuros, como en el ‘El secreto de la familia Greco’ o ‘El marginal’.
“Nos gusta poder abordar todos los universos: mezclar comedias, dramas, programas más alternativos. Durante muchísimos años hicimos teleseries familiares con comedia en Telefe y al mismo tiempo productos más alternativos, universos más oscuros. Nunca abandonamos lo que sería el contenido de investigación y ahora estamos siguiendo esa línea también. Underground nunca ha perdido el espíritu. Simplemente hoy estamos trabajando en Telemundo y eso nos permite amplificar el potencial de trabajo, aumentar la cantidad de proyectos y obviamente la calidad”, expresa Ortega, alma máter de la productora.
¿Consumes mucha televisión? ¿Qué series ves?
Hay dos series que yo veo de punta a punta, todas las temporadas, todos los años: ‘Los Soprano’ y ‘Mad Men’. Cada una tiene unas siete u ocho temporadas y 13 episodios por temporada. Mi mujer, que suele estar presente cuando las estoy viendo, me dice: “¿Cómo las podés ver tantas veces?”. Y yo le respondo: “Cuando te gusta una canción, ¿la escuchas una vez?”. Para mí son obras de arte y al volver a verlas, nunca dejo de encontrar detalles que antes pasaban desapercibidos. Son series que me ayudan a afinar mucho el ojo y, obviamente, a subir la vara para generar algo que se acerque a eso.
Yo tuve la suerte de que, antes de estrenar la primera temporada de ‘El marginal’, la distribuidora Dori Media se llevó los dos primeros capítulos para presentarlos en Series Mania en París. Después del evento, me enteré que David Chase, creador de ‘Los Soprano’, era el presidente del jurado de ese año. A las dos semanas me llaman de París: ‘El marginal’ había sido elegida por David Chase como la mejor serie del festival. Me subí al avión para recoger un premio de manos del mismísimo David Chase, la persona que me inspiró para dedicarme a esto. Fue el mejor premio de todos los que he recibido en mi carrera.
Hoy parece necesario crear historias locales pensando en un público global. ¿Cómo definirías tu forma de hacerlo?
En mi caso, muy temprano nos mudamos a Miami con mis papás y mis hermanos, y me pude criar en un universo de culturas muy variadas. Había latinos, americanos, europeos. Eso me dio, indirectamente, la posibilidad de adoptar costumbres de consumo desde distintos puntos de vista. No es que conscientemente me pregunte qué tengo que hacer para captar estos públicos, sino que mi gusto como consumidor va por ese canal.
Estamos en un mercado muy fluctuante. ¿Cómo se organizan desde Underground para abordarlo?
Es una industria muy volátil que obedece a la conducta del consumidor. La forma de consumir el contenido ha cambiado. Sobre todo en las plataformas, lo que se hace es conjugar todo en un producto que no solamente pueda satisfacer al público local, sino también al de otros países. Por eso muchas veces se trae talento de afuera y se arman elencos más corales en términos de nacionalidades. Hay que ir adaptándose, pero lo importante es contar buenas historias, captar la atención de la gente sin perder la originalidad. Nosotros, por ejemplo, nunca hemos querido seguir las tendencias.
Antes de ser un buen productor hay que ser un buen espectador: tratamos de ir detrás de nuestro propio deseo como audiencia. Cuando estoy en casa, con mis hijos, siempre me pregunto: “¿Qué programa me gustaría tener en pantalla en prime time para poder sentarme con mis hijos y sentir que no solamente puede entretenerme a mí, sino también a mi madre y a mis hijos?”.
¿Y qué te respondes?
Nosotros, por ejemplo, hemos hecho ‘LaLola’, un formato que se ha vendido al mundo. Es un producto sumamente sofisticado que no dejaba de ser popular: lo veían chicos, grandes, clase media, clase baja. Creo que el secreto del productor es poder unificar estos elementos y hacer un producto que no pierda sofisticación. Eso también refiere al tipo de humor que uno aplica a una comedia o a un drama. Y que también tenga elementos novedosos para que el espectador se pueda sorprender.
Vivimos un momento conservador en cuanto al tipo de historias que se buscan. ¿Cómo conjuga Underground esta realidad con el desarrollo de ideas nuevas?
Es algo que se habla todos los días. Actualmente, en la etapa de desarrollo tenemos que enviar los libros al cliente para que los lea y siempre hay un poquito de resistencia hacia atravesar lugares desconocidos. Pero nuestro trabajo también es convencer al cliente de que vale la pena arriesgar. Porque cuando las cosas salen bien el resultado es mucho más grato.
2023 fue un año de muchos despidos y recortes. ¿Hacia dónde apunta la industria en 2024?
Hay que aprovechar los momentos de pausa. Creo que 2023 fue un momento donde hubo que trabajar puertas para adentro y aprovechamos muchísimo esos meses para desarrollar contenidos. 2024 será el año de ejecución para materializar esas historias. Entonces, aunque hay muchísima incertidumbre, tanto en la industria como a nivel de la política mundial, lo importante es mantener la cabeza abierta y el espíritu bien alto como para no perder el horizonte y que la creatividad siempre esté al orden del día para poder seguir desarrollando buenos proyectos.
Como productor, ¿qué te preocupa hoy?
No me preocupa nada: me ocupa la posibilidad de seguir trabajando para realizar productos para el mercado anglo. Dimos el primer paso con el documental ‘LA Originals’, que se lanzó en Netflix en pandemia y ha funcionado super bien. Cuando apuntas a hacer productos para Estados Unidos, siempre estás hablando del mundo. Porque este es un país de donde han salido ficciones y documentales que han abierto el camino hacia nuevas formas de hacer contenidos. Entonces, creo que poniendo el foco en este mercado, indirectamente apuntas a todo el mundo. Uno que ha vivido y se ha criado aquí, tiene esa cuenta pendiente de poder satisfacer a este mercado tan exigente.
Además del trabajo, ¿qué otras actividades te inspiran a la hora de crear?
Un poco de todo. Pero creo que lo más inspira a los artistas es la calle: caminar, conocer gente, lugares, el diálogo y saber escuchar. Las mejores historias aparecen en la calle.