Phil Gurin, veterano experto en formatos y copresidente de Frapa, expone sin tapujos los desafíos que enfrenta la industria y hacia dónde cree que nos dirigimos desde ahora.
He pasado la mayor parte de mi era DC (Después de Covid) escuchando y escribiendo sobre cómo las cosas están destinadas a repuntar, todo va a mejorar, bla, bla, bla. He criticado a los agoreros, he promovido la energía positiva y el pensamiento colectivo. He predicado cómo “los tiempos están cambiando” (Bob Dylan) y cómo “todo será sol y Papá Noel, luces brillantes y piruletas” (Stephen Sondheim).
Y, honestamente, me quedé sin gasolina.
Podría llenar un artículo entero con clichés y citas sobre cómo acentuar lo positivo y eliminar lo negativo (¡ahí viene de nuevo!). La verdad, amigos y colegas, es que hemos llegado (bastante accidentalmente por nuestra parte, bastante deliberadamente por parte de quienes dirigen el negocio del entretenimiento) a un punto de inflexión. Y el punto de inflexión apunta hacia la contracción.
Las ganancias marcan el rumbo (¿y por qué no? Las empresas deberían obtener un retorno de su inversión). Es un momento realmente triste. A pesar de todas las charlas cálidas y vagas sobre cómo el año que viene será mejor, la dura realidad me dice todo lo contrario.
Como leemos en las interminables noticias sobre el asombroso número de despidos en los GEG (gigantes del entretenimiento global), sobre la contracción de los encargos en todo el mundo, sobre el pánico existencial que enfrentan con valentía innumerables empresas independientes… ahí fuera la cosa está bastante difícil.
En lugar de engañarnos sobre lo que viene, enfrentemos los hechos.
La industria de la televisión tal como la conocemos desde los inicios de las transmisiones en color está muriendo. Está en cuidados paliativos. Los médicos no pueden hacer nada más. Intenta no ser el último en apagar las luces. Muchas gracias por todo lo que has hecho. ¿Necesitas que te lleve a casa? Te estaré viendo…
Los cuidados paliativos significan que lo único que se puede hacer por el paciente es hacerlo sentir cómodo antes de su muerte definitiva. Así veo a la industria televisiva actual.
¿Entonces qué hay que hacer?
Esa chispa interior en la que pienso, siento y escribo con tanta frecuencia todavía arde profundamente dentro de mí. Y por eso, a pesar de la necesidad de morfina colectiva para aliviar el dolor, sigo alentando a todos a encontrar formas de aprovechar sus gloriosas habilidades creativas y aventurarse en nuevos mundos, nuevos escenarios y nuevas plataformas.
Siempre habrá muchos programas nuevos para ver y disfrutar. Pero quizá serán un 40% menos de shows, realizados por un 40% menos de empresas. Son los hechos. Es lo que hay.
La evolución natural de las cosas significa que los inteligentes, fuertes y rápidos sobrevivirán. El resto debe cambiar o morir. Entonces: hazte fuerte, sé inteligente y mantente hambriento.
Por eso los dejo con este gran discurso escrito por el fallecido dramaturgo y guionista estadounidense Paddy Chayefsky: “Lo único que sé es que primero debes enojarte. Tienes que decir: ‘Soy un ser humano, ¡maldita sea! ¡Mi vida tiene valor!’ Quiero que te levantes ahora y vayas a la ventana. Ábrela, asoma la cabeza y grita: ‘¡Estoy harto y no pienso soportar más esto!’”.
Puede que no te compren tu proyecto, pero la descarga seguro te sentará genial.