Berta y Belén son dos veinteañeras que viven en Barcelona y están en constante búsqueda de emociones fuertes. Viven sin tapujos, tienen charlas profundas en noches eternas, salen de fiesta, sufren excesos, ansiedades. ‘Autodefensa’, la serie de la plataforma Filmin que parece haber sido creada por dos veinteañeras que hacen las cosas como quieren, está, efectivamente, realizada por ellas, Berta y Belén.
Como creadoras de contenido, nacieron en Instagram. Ahí contaban su vida y formaron una comunidad alrededor de sus videos. Un día, un productor vio su potencial y apostó: les dio libertad creativa y recursos económicos. Hoy la serie, de episodios autoconclusivos que no alcanzan los 20 minutos, es un éxito de crítica y está en el podio de reproducciones de la plataforma.
La tendencia, las nuevas narrativas, las nuevas voces, están en TikTok o Instagram, pero no en Netflix o Paramount. Cuando las grandes plataformas descubren una tendencia, buscan proyectos con un storytelling acorde a su línea editorial. Cuando lo encuentran, ponen a disposición un equipo de guionistas, showrunners y productores para transformar la tendencia en series o películas.
Este proceso lleva tanto tiempo, que para cuando la serie está terminada, el tema ya es viejo.
Y la audiencia joven, tan dinámica y esquiva, ya está explorando otras plataformas y tecnologías y encontrando las historias que quieren ver, que están realmente en tendencia y que están contadas por creadores que son representantes de esas historias.
A estas historias las cuentan lxs Creadores 3.0, grupos unidos detrás de un propósito básico: contar historias en absoluta libertad, algo que los siete u ocho streamers disponibles no les ofrecen.
Pero ¿quiénes son lxs Creadores 3.0? Vemos a la Web3 como el pináculo tecnológico de un movimiento cultural que comenzó hace muchos años. Las redes sociales fueron el chispazo inicial, por un lado invitando a la autopublicación de contenidos y, por el otro, uniendo en comunidades a muchísima gente creativa que surfeaba sola las olas de internet. A su vez, la proliferación de dispositivos de captura y edición de imágenes hizo que el audiovisual fuera una vía posible de expresión de estos grupos, de estas comunidades.
Lxs Creadores 3.0 se juntan en grupos interdisciplinarios, valoran la diversidad de voces, brillan en conjunto como constelaciones y se reconocen mutuamente. Ellxs encontraron su propio formato como un spin off del universo de las series: la microserie.
En episodios de entre 5 y 15 minutos, con estrategias 360 que desbordan creatividad, estas series de formato corto buscan una audiencia -o una comunidad- en plataformas de autopublicación, redes sociales e, incluso, en aplicaciones de mensajería instantánea.
La libertad de exploración de nuevos modelos de storytelling y tecnologías, o la posibilidad de contar una historia sin que intervenga una línea editorial externa, depende exclusivamente del capital.
Es así que lxs Creadores 3.0 van en buscan de nuevas fuentes de financiación que les permitan expresarse tal como quieren. Como su atributo de nativos digitales les da la posibilidad de ver comunidad donde otros solo ven audiencias, lo hacen a través de ella. Dialogan y crean vínculos tan cercanos, que logran ser apoyados económicamente para desarrollar sus producciones por un solo motivo: identificación con el proyecto, empatía con el creador.
Ejemplos de estos abundan en el universo de las microseries, con crowdfunding en plataformas como Kickstarter, Idea.me o Platino Crowdfunding. Incluso de manera profesional, películas como ‘Bull Run’ o ‘La frecuencia Kirlian’ utilizan criptomonedas o coleccionables digitales -lo que propone la plataforma Bluebits- como certificados digitales para que los miembros de sus comunidades se conviertan en socios y así repartir con ellos dividendos de manera transparente y regulada. La española ‘Calladita’ o la americana ‘The Infinite Machine’, de la productora de Ridley Scott, se financiaron vendiendo coleccionables digitales en formato NFT.
Otro caso es la argentina Editorial Orsai, que ya financió dos films y una serie a través de comunidades de más de 10.000 personas que, además, fueron parte del proceso creativo: eligieron a la pareja protagónica, el póster y pudieron seguir por streaming los procesos de desarrollo de guion desde el mismo writers’ room.
El pasaje de audiencias a comunidades es el principal factor que está redefiniendo a la industria del entretenimiento, y es el cambio más 3.0 que vamos a vivir en los próximos años. Si no hacemos nosotros mismos una disrupción en nuestra industria, otra persona -o comunidad- estará dispuesta a hacerlo por nosotros.
Lxs Creadores 3.0 están trabajando para crear un nuevo ecosistema. ¿Vamos a apoyarlxs, vamos a aprender de ellxs o vamos a quedarnos atrás?