La Realidad Virtual se puede convertir en la próxima gran innovación para la producción factual.
Desde los tiempos en los que las historias en torno a una fogata cautivaban nuestra imaginación, el trabajo del storyteller siempre ha sido hacer sentir a su audiencia como parte de la historia.
Con el progreso y la creación de nuevos canales, la participación de los espectadores también evolucionó. En un libro, las palabras nos permiten imaginar. Con las fotografías, ya podemos visualizar y con el cine nos podemos identificar con los personajes.

Pero ni los pioneros del cine allá por el Siglo XIX podían llegar a imaginar que, algún día, sería posible sumergirse de manera física en las historias. Hoy, con la Realidad Virtual (VR), esa posibilidad la tenemos en la punta de nuestros dedos.
Efectivamente, hoy en día los principales festivales de cine, desde Cannes a Venecia y Sundance, cuentan ya con espacios dedicados al VR, así como premios y categorías específicas pese a que la tecnología aún es naciente.
Efectivamente, en 2021 se vendieron 11 millones de gafas de VR, una cifra que está claramente lejos de ser masiva. No obstante, representa un crecimiento del 92% con respecto al año anterior según el Worldwide Quarterly AR/VR Headset Tracker.
Es más, solo el día después de Navidad 2021 la app de Oculus registró dos millones de descargas.
Así las cosas, no hay dudas de que la VR está creciendo de a poco en las mentes de los consumidores. Y con el ruido que rodea al lanzamiento del Metaverso, solo podemos esperar que el interés en esta tecnología siga creciendo.
Aunque no haya venido para reemplazar al cine de palomitas de toda la vida, el VR sí que está encontrando su lugar en la industria del entretenimiento.
Con eso en mente, les propongo seis maneras en las que la Realidad Virtual puede ser aprovechada para el proceso de producción actual.
1) La máquina de la empatía
El término es un cliché dentro del mundillo de la Realidad Virtual, pero no deja de ser cierto que cuando una persona es capaz de ponerse en los zapatos de otra, su historia es percibida de un modo completamente diferente. Claro que no es tan simple como utilizar unas gafas de VR e inmediatamente empatizar. Los creadores tienen una gran tarea por delante. La experiencia presentada debe tener sentido y ser entretenida. En lugar de pensar en planos y escenas, el trabajo consiste en crear un mini mundo en el que el espectador pueda experimentar.
2) Fascinación factual
La Realidad Virtual le suma una dimensión completamente nueva a todos los géneros audiovisuales, pero, tal vez, uno de los que más se pueda beneficiar son los documentales. Puede convertir un tema aburrido e impenetrable en algo que el espectador pueda experimentar mientras aprende. Los documentales llevan ya mucho tiempo sin innovaciones y ahora, con el VR, pueden revitalizarse y llevar los contenidos factuales a toda una nueva generación.
3) De espectador a protagonista
¿Cuántas veces has visto una película y te hubiese gustado ser el actor principal? Bueno, con la VR esto es posible. Te colocas unas gafas e inmediatamente te puedes sumergir en el mundo que los creadores han realizado de la manera más cercana posible a ser un personaje dentro de la historia. La tecnología VR puede crear una conexión aún mayor entre espectadores y los universos de las historias.
4) Un toque de realidad
La vista y el sonido han sido estimulados durante generaciones en los cines. Pero ahora la Realidad Virtual permite a los creadores introducir también el tacto, ya que la tecnología permite a los usuarios interactuar con los objetos. Es realmente una experiencia única para el espectador el sentir el entorno en el que están como si fueran ellos mismos.
5) Imaginación asequible
Los blockbusters son espectaculares. Son capaces de fascinar a las audiencias con sus planos, cinematografía, efectos visuales y estrellas de Hollywood. Pero también son muy caros. ‘Pirates of the Caribbean: On Stranger Tides’, la película más cara hasta la fecha, costó 422 millones de dólares. Con la Realidad Virtual no estamos hablando de monedas, pero el costo ni se asemeja al de las producciones de los grandes estudios. Es una manera nueva y económica de entretener a las audiencias.
6) El mejor acompañamiento
Lo bueno del VR es que tampoco tiene por qué ser la atracción principal. Puede jugar también un rol de apoyo. Puede ser, por ejemplo, un video corto que acompañe a la película o un viaje detrás de cámaras que ayude al espectador a meterse mucho más en la historia. En una era en la que la gente que ama determinadas propiedades o temas quiere más y más contenidos, la Realidad Virtual ofrece una manera innovadora y relativamente barata de llevar las historias por nuevos caminos.

Es aún temprano para el storytelling en Realidad Virtual, pero justamente por eso es que es tan emocionante. Al igual que aquellos pioneros del cine, la tecnología está al alcance de nuestras manos para revolucionar la manera en que la gente ve, escucha y experimenta las historias.
A medida que el VR alcance una masa crítica, la tecnología será aún más sofisticada. Los early adopters como Happy Finish, con nuestro historial en VR, estamos construyendo audiencias y experiencias asombrosas.
Pronto, no solo seremos capaces de ver una película o un documental. Gracias al VR podremos realmente sumergirnos en esos mundos también.