El presidente de Plano a Plano reclama un cambio de mentalidad en Iberoamérica que permita al mercado de la coproducción alcanzar todo su potencial y no dejar pasar el gran momento de la ficción española a nivel internacional. “La colaboración con otros países es la única manera de poder acometer proyectos más ambiciosos”.
El 2023 no inició de la mejor manera para la productora española Plano a Plano, que sufrió la cancelación por parte de RTVE de su serie diaria ‘Servir y proteger’ tras siete temporadas.
Fundada en 2014, Plano a Plano es una de las productoras más activas de España, con títulos como ‘El príncipe’ (Telecino), ‘Allí abajo’ (Antena 3), ‘Toy boy’ (Antena 3) o tres temporadas de ‘Valeria’ para Netflix, plataforma con la que estrenaron este año la miniserie ‘Un cuento perfecto’.
La cancelación de ‘Servir y proteger’, sin embargo, alteró los planes de la compañía.
“El arranque de año ha sido un poco complicado, pero ahora empieza a salir todo”, comenta a Cveintiuno César Benítez, fundador y director de la productora.
Es que Plano a Plano llega a final de año con el rodaje en marcha de su primera coproducción internacional, ‘Cicatriz’, realizada en asociación con Dopamine, Asacha Media Group y Adrenalin y las pantallas ya confirmadas de RTVE y Prime Video para España y Telekom Srbija para Serbia.
A este proyecto se le suma el policial procedimental ‘Una vida menos en Canarias’, también ya en rodaje para Atresmedia.
“Y estamos con poyectos con Disney, Netflix y Mediaset, además de una película muy ambiciosa que se llama ‘La tregua’ y que dirigirá Miguel Ángel Vivas”, detalla el directivo.
“Este es un oficio de pico y pala. En este sector estamos acostumbrados tanto a la bonanza como a la escasez. Hay que adaptarse y sobre todo no perder la fe”, resume Benítez el último año.
Plano a Plano se mantiene como una de las pocas productoras españolas aún independientes. ¿Se trata de una postura firme o están abiertos a una venta?
Yo llevo muchos años dedicándome a esto y esta es una productora con un espíritu vocacional. Entonces lo de ser independientes, a pesar de haber tenidos ofertas, es algo que siempre se ha tenido claro. Cuando lanzamos queríamos poder elegir nuestro camino y lo hicimos con la convicción de que cada vez más productoras iban a tener su espacio en el mundo y una cierta fortaleza. Aun sigo manteniéndolo, aunque la situación está más difícil ahora. La idea es mantenernos independientes, y así estamos, pero si mañana se cruza un buen compañero de viaje que se complemente con lo que nosotros tenemos, pues oye todo se puede hablar.
En estos momentos tan complicados como lo que ha atravesado la industria este último año no viene mal tener el respaldo de un grupo internacional…
Hombre, siempre ayuda. Yo sobre todo quiero poder mantener nuestra línea editorial. Porque ese es nuestro espíritu. Entonces encontrar un socio únicamente porque creemos que podemos rentabilizar la empresa, pues no es nuestro caso. Sería un socio que nos complemente y que nos ayude a seguir creciendo. Pero vamos, sin ningún tipo de prisa. Si aparece bien y sino también.
Plano a Plano comenzó desde hace unos años el camino de las coproducciones internacionales y retener IPs. ¿Por qué?
Plano a Plano es una empresa muy consolidada en España. Lo que pasa es que España tiene un techo. A la hora de poder acometer proyectos que sean más ambiciosos la única manera es a través de la coproducción y la colaboración con otros países. Pero no es fácil, comenzando por encontrar un tema que interese en España y fuera de España.
Hay otro problema, que es mentalizar un poco a las cadenas de televisión, que siempre han tenido sus propios productos, quedándose las IPs, y haciendo sus series. Hay que abrir este otro camino de colaborar con otros grupos de fuera del país, con televisiones de fuera de España y que nos permita encontrar este tipo de coproducciones.
Es un camino que no es fácil y se está abriendo poco a poco ahora. Nuestro departamento internacional, con Esther Agraso y Álvaro Benítez, está haciendo una labor enorme.
Muchos productores españoles se quejan de que los canales y pantallas españolas no tienen presupuesto designado para las coproducciones cuando podría ser muy útil…
Claro. Para las cadenas en abierto, sus espacios de ficción han disminuido por tener en frente a las plataformas. Pero también se están dando cuenta de que lo que da personalidad a una cadena es la ficción. Pero la ficción se ha encarecido muchísimo, por lo cual la única manera de poder acometer proyectos ambiciosos es con coproductores. Pero para eso, hay que romper la mentalidad.
‘Cicatriz’ es fruto de esto. ¿Piensas que poco a poco se están dando las condiciones para que haya más casos como el de ‘Cicatriz’?
Nosotros lo vamos a intentar. Pensamos que es un proyecto que si sale bien, y nos va a salir bien, es una vía que hay que explorar porque es la única manera de poder crecer. Es un camino esperanzador, es el camino por seguir. Si queremos tener una ficción competitiva tenemos que ser ambiciosos. Y para ser ambiciosos tenemos que tener presupuestos que lo permitan. Y la única manera es buscar socios fuera del país y cambiando la mentalidad. Con el momento que hemos vivido, donde la ficción española se ha hecho un hueco en el mundo, tenemos que aprovechar esta coyuntura para apostar por nuestras propias ficciones y empresas. Esto se dice fácil, pero es más complicado.
¿Y qué pasa con América Latina?
Teníamos grandes expectativas para este tipo de alianzas con América Latina, pero los canales de allí luego piensan que les funciona mucho mejor el producto local. Y eso ha sido un poco un frenazo para esta expectación que tenemos todos por trabajar con la región. Y luego también los presupuestos y encontrar un producto que funcione allí y aquí. Es difícil.
A las cadenas de América Latina les pasa lo mismo que a las de aquí. Prefieren producir ellos solos y luego ir vendiendo. Por eso digo que hace falta ese cambio de mentalidad que debemos hacer a nivel general.
Sería una lástima perder ese potencial…
Yo cuando empecé a trabajar en esto, lo primero que me dijeron fue: “Este es un oficio de pesados”. Hay que llamar las veces que haga falta. Y cuando se abra la puerta, rezar para que el que te reciba aguante hasta el final y no te lo cambien a mitad de camino. Hay que seguir intentándolo y yo estoy convencido de que acabaremos consiguiéndolo.
¿Tienen algún proyecto con América Latina en concreto?
Pues en estos momentos estamos en contacto con dos grupos de México para un proyecto de alcance internacional. También estamos trabajando en la adaptación de la novela ‘Lejos de Luisiana’, en la que estamos en contacto con un grupo norteamericano. Creo que vamos a conseguir cerrar un desarrollo, porque es un proyecto muy ambicioso.
Últimamente, Plano a Plano ha estado justamente muy activa adquiriendo derechos de adaptación de libros, como ‘En plena noche’, ‘La cuenta atrás para el verano’, ‘Un cuento perfecto’, además de ‘Valeria’. ¿Es clave hoy contar con una IP literaria?
A nosotros lo que nos importa son las historias. Es verdad que con el libro una parte del camino ya está hecha. Ya tienes un cliente captado que es el lector de la novela. Y la plataforma tiene otra tranquilidad. Pero nosotros trabajamos las dos vertientes. Trabajamos en la adquisición de derechos de grandes novelas, pero también tenemos un equipo de desarrollo muy potente para apostar por las ideas originales. Y ahí invertimos mucho tiempo, esfuerzo, dinero, energía. Porque al final se trata de tener buenas historias. Una cosa no excluye a la otra. Igual que tampoco creo que el hecho de tener un buen IP de una novela sea garantía de éxito.