Con 23 años en Disney y hoy al frente del desarrollo de contenidos infantiles y familiares de la compañía, Cecilia Mendonça explica el proceso de trabajo de su área, el tipo de historias, cómo colaboran con las productoras y por qué la industria latina debe prepararse para estar “en un nivel más competitivo”.
Originaria del barrio de Tijuca en Río de Janeiro, Cecilia Mendonça también es ciudadana de Estados Unidos, donde se mudó con su familia en 1987. Sin embargo, en 2003 recibió una propuesta que la llevaría a vivir en Argentina, país donde reside hace ya 20 años, por lo cual, el gentilicio que mejor le calza es “ciudadana del mundo”.
“Entré en Disney en 2001 para lanzar el feed de Brasil, haciendo promos como productora senior hace casi 23 años. Es una gran aventura, porque en todo este tiempo en la compañía nunca estuve aburrida. Llegué a ser directora general de los canales y ahora directora de desarrollo de contenidos para kids & family. Estoy muy agradecida y… never a doe moment”, comenta Mendonça entre risas.
Mendonça forma parte de Los 100 de Cveintiuno por su extensa trayectoria, por su aporte a la creatividad dedicada al siempre desafiante segmento infantil, pero también por la osadía que tuvo de cambiar sus planes según las sorpresas que la vida le fuera presentando en el camino.
¿Te imaginabas trabajar en una compañía como Disney cuando iniciaste tu carrera?
Es gracioso, porque yo vivía en Orlando pero nunca trabajé en Disney. Siempre fui buena alumna y sabía lo que quería. Desde pequeña solía pintar y me gustaba el arte. Quería hacer Bellas Artes, pero también quería asegurarme los recursos de vida, entonces pensé que podría entrar al área creativa a través de la publicidad. Cuando tenía todo el plan armado en Río de Janeiro, mi padre fue transferido para Washington. Entonces me mudé a Maryland, donde estudié Broadcast Technology en un Community College.
Una anécdota graciosa es que allí fui compañera de Eduardo Sánchez, director de ‘The Blairwitch Project’ (1999), que en esa época ya era un genio, muy creativo. Sánchez nos dijo “vamos para Orlando, que se va a convertir en Hollywood East”. Yo dudé si volver a Brasil o irme con esa gente al prometedor “Hollywood East” y al final fui aceptada al primer curso de cine de la University of Central Florida (UFC). En esa época quería ser directora de cine y mis compañeros me decían que sería cabeza de un estudio. Yo les decía que estaban locos… pero aquí terminé.
¿Y te mantienes cerca del proceso creativo?
Nunca solté la creatividad, siempre participo de todo el proceso. Estoy en las decisiones de contenido, pues nos llegan muchas ideas. Siempre me encargué de la curaduría, sinopsis, de construir el universo de la historia y también apruebo todo el casting, Me gusta mucho trabajar en colaboración, escuchar el feedback de los demás, pero tengo mucho feeling y creo mucho en él.
Muchas veces, especialmente ahora trabajando con terceros, tengo que mediar ese feeling con sugerencias de las productoras. En los primeros capítulos editados participo en todo y luego ya voy delegando a mi equipo, en el que confío mucho. Pero no suelto, hablo con la casa productora y siempre aviso: “Somos difíciles pero somos colaboradores. Y vamos a trabajar en colaboración para hacer el mejor producto posible”.
¿Cómo es el vínculo de Disney con las productoras independientes en cada país?
El mundo de las plataformas es muy diferente al de los canales. La parte buena es que podemos enfocarnos en cada país de la región. Trabajamos mucho con Argentina, Brasil, México, tenemos varios proyectos en Colombia y también en Chile. El cambio mayor es que antes teníamos una fuerte cultura in-house. Cuando aumentamos el volumen de proyectos, la cantidad de países y las necesidades de la plataforma, era imposible hacerlo todo internamente. Incluso porque en la época de los canales desarrollábamos franquicias. Hoy, aunque seguimos siendo una compañía de franquicias y podemos encontrar esa fórmula otra vez, el modelo es otro, es más frenético.
Es interesante porque recibimos la idea, damos feedback, compramos el IP (eso siempre fue así) y… soltamos un poco. A las productoras les decimos: “Gente, no piensen que esto es ‘thumbs up/thumbs down’. Es parte del proceso creativo y colaborativo, ustedes son expertos en lo que hacen, nosotros somos expertos en nuestra marca. Juntemos ambas partes para lograr el mejor producto”. Eso es lo que intento replicar en toda la región.
Ese aumento de volumen y la necesidad de trabajar con el sector independiente generó un salto de profesionalización en todos los países. ¿Cómo viviste ese reajuste?
Creo que aún no terminó. Espero que no dure tantos años, pero aún estamos viviendo una búsqueda del ritmo adecuado, tanto para las plataformas como para la industria. La capacitación es muy importante. La industria está obligada a comenzar a hacer todo muy rápido, y hay que prepararse para estar en un nivel más competitivo en relación al resto del mundo. Hoy se compite con productos no solo de Estados Unidos, sino de todos lados, como Corea, España, Turquía, México… todos están logrando visibilidad mundial.
Pero nuestra industria, que estaba muy acostumbrada a los guiones o los ritmos de las telenovelas o del cine independiente, hoy tenemos el desafío de hacer estas series. Es necesario estar abiertos a ese ajuste. Y es muy interesante ver cómo los profesionales están viendo este proceso. Si hacemos un análisis de los primeros proyectos latinos del estilo, al principio eran más lentos y tenían una imagen televisiva más flat, pero hoy ya tienen más ritmo y una imagen más sofisticada. Ese crecimiento se está haciendo a prueba y error, pero está encaminado.
‘Tarã’ es una de las grandes apuestas de Disney desde Brasil, como producto fuertemente local que también apunta al público global. ¿En qué medida esta producción sintetiza el tipo de historias que Disney busca contar hoy?
‘Tarã’ es una serie del sello Disney+ Original Productions rodada en el norte de Brasil y coproducida por Formata y Nonstop, que se encuentra en posproducción. Es un honor poder trabajar con Xuxa, que es un ícono latinoamericano y que también ha llegado a Estados Unidos. Dentro del elenco también se encuentra una estrella brasileña como Angélica. Es un proyecto que tiene un mensaje importante, pues toca temas de la Amazonia y un aspecto indígena, pero siempre de un lado lúdico, pues somos Disney.
Cuando comenzamos con la plataforma, identificamos espacios que aún no estaban siendo muy explorados por producciones locales, como la fantasía en el caso de Disney, el sci-fi, o un poquito de terror, como en el caso de ‘Tierra incógnita’, de la cual nos enorgullece su nominación al Emmy Internacional y que acabamos de lanzar su segunda temporada. También estamos produciendo ‘Champeta, el ritmo de la Tierra’ (Vista Productions) en Colombia y la serie argentina ‘Selenkay’ (Metrovisión Producciones). Todo esto sin perder el valor que hemos desarrollado en nuestros proyectos musicales enfocados en el público preadolescente o adolescente. También estamos trabajando cosas en ese modelo, probando contenidos con más episodios… aunque no buscamos más extensión, porque nuestro consumidor no tiene mucha paciencia.
Recientemente, la compañía anunció que fusionará Disney+ y Star+ en una sola plataforma en América Latina. ¿Cómo impacta en la estrategia del área de Kids/Family?
Obviamente, en este momento estamos revisando lanzamientos, porque el cambio de plataforma implica tener una estrategia de lanzamientos diferentes. Yo sigo con mis proyectos que lanzaremos próximamente, e incluso algunos serán lanzados ya en la plataforma integrada. Y sigo comenzando a desarrollar proyectos nuevos. Así que dentro de kids & family, no tengo ninguna revisión; seguimos con los mismos proyectos.
Me imagino que el movimiento implica desafíos a la hora de presentar los contenidos para las audiencias en la nueva plataforma.
Sí. En Europa ya se operaba con una sola plataforma y Estados Unidos se encuentra haciendo pruebas. Me imagino que existe toda una conversación interna de mejores prácticas para ver el camino a seguir. Además, la plataforma te obliga a intentar entender el movimiento del consumidor.
¿Y cuál es la mejor forma para entender el consumidor actualmente?
Es una locura. En mi target, tenemos el desafío enorme de que nuestro consumidor no está en la plataforma, sino que llega a ella. Es diferente al adulto, porque los jóvenes están en las redes sociales, acceden al contenido inmediato, entran a la plataforma para consumir algo que les llamó la atención, el boca a boca es lo más importante para ellos a la hora de llegar a una plataforma. Todo es muy instantáneo, mucho contenido, muchas plataformas lanzándose al mismo tiempo y tienes que llamar la atención de alguna forma.
Pero es un público que, si le gusta el contenido, no duda en entrar, reproducir y repetir sus preferencias. No es comparable con otros targets. Creo que es un work in progress eterno. Y tampoco se trata de usar el algoritmo. Sí es necesario conocerlo, pero la elección sobre qué tipo de contenidos programar continúa siendo intuitiva.
