Carlos Molinero, presidente de Alma Guionistas: “En España estamos igual o peor que en Estados Unidos”

Muchos de los reclamos del Writers Guild of America (WGA) coinciden con problemáticas que viven los guionistas españoles, señaló Carlos Molinero, presidente del gremio de guionistas de España, Alma, que se ha manifestado públicamente a favor de la huelga iniciada el pasado 2 de mayo en Estados Unidos.

Desde el inicio de la huelga, numerosos gremios internacionales han expresado públicamente su apoyo y recomendado a sus miembros no aceptar trabajos que estén jurisdiccionalmente en Estados Unidos.

Y entre ellos estuvo Alma Guionistas, el sindicato español que, aunque no tiene en sus estatutos la posibilidad de expulsar a alguno de sus miembros por aceptar un trabajo proveniente desde Estados Unidos, sí explicó a sus afiliados las consecuencias graves que esta acción podría traer en dicho mercado.

Carlos Molinero

“Aunque nosotros somos un gremio como tal y realizamos negociaciones colectivas, nuestro modelo es muy diferente del de Estados Unidos. Allí, para trabajar como guionista, debes estar en el sindicato, que es además quien se encarga de recolectar y pagar los residuals”, explica a Cveintiuno Carlos Molinero, presidente de Alma desde 2021.

“Y si el WGA sabe que un guionista español aceptó trabajo durante la huelga, lo colocará en una lista negra que le impedirá volver a trabajar en Estados Unidos”, agrega.

El monto y porcentaje de los residuals es una de las principales luchas de la huelga estadounidense, y se refiere al cobro que le corresponde al guionista cada vez que una de sus creaciones es reproducida o vendida alrededor del mundo.

En España, el modelo vigente es el mismo que en el resto de Europa: el de los derechos de autor, que se cobran a través de la SGAE y DAMA y que quedan en manos del guionista para toda la vida.

Aunque a nivel legislativo este modelo es más protector con los escritores, según Molinero la situación real es que los guionistas en España están “igual o peor” que sus pares de Estados Unidos, sobre todo por la dificultad de medir el éxito en las plataformas.

En España existe no obstante una cláusula por la cual los dueños de los derechos pueden reclamar si consideran que su compensación por derechos de autor ha sido injusta o insuficiente. “Pero no conozco a nadie que la haya utilizado jamás”, señala Molinero.

Que el WGA y la Alliance of Motion Picture and Television Producers (AMPTP) logren acordar en la materia podría allanar el terreno para que el resto de los gremios internacionales tengan, al menos, una mejor guía de cómo cobrar.

Para Molinero, la solución debería ser global y similar a la que encontró Spotify en el mundo de la música, donde los artistas ingresan directamente por cada reproducción.

En lo que respecta a la “precarización” del trabajo que reclaman desde el WGA, el presidente de Alma explica que en España se vive una situación muy similar.

“Antes tú trabajabas en una serie de más de 20 de episodios por temporada, con equipos grandes, conocías sus ratings y sabías que si la cosa iba más o menos bien habría más temporadas. En general, tu situación era más estable”, expresa Molinero, cuya trayectoria incluye series como ‘3 caminos’, ‘Brigada Costa del Sol’, ‘Fugitiva’ y ‘Cuéntame cómo pasó’.

Ahora, en cambio, las series son más cortas, muchas veces limitadas, y productoras y plataformas arman equipos mucho más reducidos, de “dos o tres guionistas”.

Este panorama ha creado una situación de mayor precariedad para los guionistas españoles, ha reducido la oferta de trabajo y dificultado las posibilidades de acceso a la industria para los nuevos talentos. “Aunque se produce mucho más que antes y las plataformas pagan más de lo que solían pagar los canales, a la larga la situación ha empeorado con menos trabajo y mayor inestabilidad”, argumenta Molinero.

“Si tú eres un autor muy conocido, showrunner de tu serie, sin dudas tienes más trabajo que antes y lo cobras mejor. El problema es el guionista medio, que ahora se enfrenta a menos meses de trabajo por proyecto y menos oportunidades, al haber equipos más pequeños”.

Y el problema es aún mayor para los nuevos guionistas que, con writers rooms cada vez más pequeños, tienen mayores dificultades para hacerse un hueco.

“Antes las nuevas generaciones entraban en los equipos y se iban entrenando junto a los más veteranos. Ahora eso es mucho más difícil”.

Gonzalo Larrea 09-05-2023 ©cveintiuno

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