Brasil se pone en marcha otra vez

Luego de años congeladas en la era Bolsonaro, las políticas públicas dedicadas al sector audiovisual se reactivan en el vibrante mercado brasileño, que también promueve regulaciones para fortalecer a las productoras en su relación con las plataformas.

Disney+ produjo su primera serie de ciencia ficción juvenil en Brasil con Boutique Filmes, ‘Mila en el multiverso’

Como territorio ineludible para cualquier estrategia internacional, y a su vez manteniendo la avidez de su mercado interno, la industria audiovisual en Brasil vive actualmente una doble realidad.

Por un lado, la profesionalización definitiva del sector, impulsada por la consolidación de plataformas como Netflix o Prime Video que apalancaron la demanda de contenidos originales.

Por el otro, la reactivación tras una etapa de congelamiento de los dineros públicos dedicados al sector audiovisual. Es que, fruto de las políticas privatizadoras de los expresidentes Michel Temer y el ultraconservador Jair Bolsonaro, ese freno interrumpió el flujo de coproducciones durante aproximadamente seis años y, tras la asunción a la presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva el pasado mes de enero, la rueda está volviendo a andar.

Tiago Mello

“En los últimos años, la cultura no se consideraba necesaria para el país, era una locura. No es broma, hay proyectos financiados que estaban congelados desde hacía cuatro años”, afirma Tiago Mello, socio de Boutique Filmes, responsable de la producción de la primera serie de Netflix en Brasil, ‘3%’.

Para el productor, “reconstrucción” es la palabra que mejor describe el momento del sector. “Ahora todo se puso en marcha. El sector audiovisual y la cultura son vitales para el gobierno entrante, independientemente de las convicciones de cada persona. Luego de años sin ningún mecanismo confiable de financiamiento, 2023 será un año excelente para volver a coproducir con Brasil”, añade Mello, que a principio de año lanzó la serie teen ‘Mila en el multiverso’, primera producción de ciencia ficción brasileña de Disney+.

En el mismo sentido, Mauro García, presidente de Brasil Audiovisual Independiente (Bravi), aporta su diagnóstico. “En los últimos seis años quedamos con una demanda reprimida. La preocupación más urgente es atender a todo lo que estuvo interrumpido. Pero, al mismo tiempo, hay una reconstrucción pendiente que no será en los moldes del pasado, porque ni los players principales están en un buen momento. Todos están intentando entender la situación”, asegura.

La primera necesidad planteada por García vendría a subsanarse a través de la llamada “Ley Paulo Gustavo”, que prevé la inversión de R$ 3.860 millones (unos US$ 700 millones) del Estado para el sector cultural mediante convocatorias públicas.

También se destaca la reactivación de la Agencia Nacional de Cine (Ancine), dedicada a regular y desarrollar la industria audiovisual brasileña, que invertirá R$ 1.000 millones (US$ 203 millones) en 2023, tal como fue expresado por su director presidente, Alex Braga, durante el evento Rio2C en marzo.

Mauro García

“Incentivos, infraestructura y regulación son nuestros tres campos de acción. 2023 será el año del audiovisual y solo va a perder respecto a 2024, que va a perder respecto a 2025. La trayectoria ahora es de crecimiento”, comentó. También aseguró que Ancine tiene como objetivo invertir R$ 20 millones (US$ 4 millones) para “potenciar las alianzas y coproducciones internacionales” y otros R$ 90 millones (US$ 18,2 millones) estarán destinados a un fondo para VOD.

En cuanto a regulación, el nuevo ejecutivo pretende ponerse al día con temas siempre postergados como el streaming y la participación de las productoras en los derechos de sus obras, es decir, la tan buscada retención de IP.

“Para una ley de video bajo demanda, este tema debe estar planteado desde el inicio. Porque la forma de salir de una situación de emergencia es apuntar a la sustentabilidad de las empresas. Y eso solo es posible a través del derecho a la explotación comercial de sus obras, inclusive en aquellas que son consideradas como servicios de producción y que no utilizan dinero público”, sostiene García.

Es que para acceder a capital público como el del Fondo Sectorial Audiovisual (FSA), se exige que la productora independiente retenga la mayoría de los derechos (al menos 51%), cosa que no sucede con los originals de las plataformas.

Otras regulaciones que seguramente se comiencen a negociar este año y que pueden impactar a las OTT son: el pago de la Condecine (Contribución para el Desarrollo de la Industria Cinematográfica Nacional) por parte de los streamers, cuyo monto será determinado por la facturación de cada empresa en el rubro VOD; el destino del dinero recaudado y en qué porcentajes; la aplicación de cuotas de contenido “nacional” y “nacional independiente”; y si el algoritmo deberá hacerse público o no.

Pero toda esta discusión no afecta directamente a las productoras de capitales extranjeros que operan en Brasil, que vienen ampliando sus capacidades de producción en el país, ofreciendo sus formatos globales adaptados a las pantallas brasileñas, tanto de TV abierta como de TV paga, streaming y digital.

Nani Freitas

Tal es el caso, por ejemplo, de Endemol Shine Brasil (Banijay), que además de ser una referencia en entretenimiento se expandirá ahora al scripted a través de la compra de la productora carioca A Fábrica.

“Cuando llegamos a Brasil, teníamos una oficina en una emisora de TV y solo realizábamos licenciamiento de formatos”, dice Nani Freitas, CEO de Endemol Shine Brasil. “Con el tiempo fuimos produciendo formatos y nos convertimos en una casa productora. Nuestro crecimiento en los últimos años fue increíble: hoy trabajamos para todos los players, en especial casi todas las plataformas, no solo licenciando sino produciendo”. Entre los contenidos que hoy producen se encuentran formatos de Banijay, como ‘MasterChef’, y también ajenos, como ‘Casamento às Cegas’, adaptación local del original de Netflix ‘Love is Blind’.

En su visión del mercado, Freitas asegura que Brasil viene “en un crecimiento imbatible” que le permite a la compañía producir 20 proyectos por año. “Hay un polo de producción increíble. Somos cada vez más competitivos y profesionales. La llegada de los streamers también colaboró con la búsqueda de contenidos nacionales. Hoy, Brasil puede ser visto como un gran mercado audiovisual y, como parte de un grupo internacional, nuestro papel también es llevar esa realidad hacia afuera y mostrar a Brasil como una gran potencia”, agrega la ejecutiva.

‘Casamento às Cegas’, adaptación local del original de Netflix ‘Love is Blind’

Por su parte, recientemente llegada a Floresta, brazo productor de Sony Pictures Television en Brasil, luego de un período de 15 años en el broadcaster local Band, Rosângela Wicher, directora ejecutiva de Operaciones de la productora, coincide con Freitas en varios puntos.

Rosangela Wicher

“La demanda de las plataformas internacionales por originales impulsó la capacidad de creación de las productoras brasileñas e hizo que el mercado creativo adquiriese gran protagonismo. Hoy, los directores y guionistas tienen un papel fundamental en ese ecosistema y son infinitamente más valorados de lo que eran hace cinco o diez años”, expresa la ejecutiva. Anualmente, Floresta produce alrededor de 15 proyectos para los que contrata a más de 500 profesionales.

Los números de otro gigante internacional, Netflix, confirman esta tendencia. Según reveló en marzo Elisabetta Zenatti, ex Floresta y actual VP de Contenido del streamer en Brasil, 2022 fue el año de mayor consumo de contenido brasileño en Netflix desde su lanzamiento. En los últimos 10 años la plataforma ha invertido R$ 1.500 millones (US$ 306 millones) en producción local en el país.

Se suele decir que, para los brasileños, la TV no es solo entretenimiento, sino que es “algo más”. Si a este engagement natural se le suma una esperada inyección de dineros públicos al sector, además del potencial impulso de internacionalización brasileña subido a la ola global de contenidos non-English, no queda más que esperar un futuro audiovisual vibrante para el gigante sudamericano.

Sebastián Torterola 22-06-2023 ©cveintiuno

EN CONTEXTO