“Producir fuera del algoritmo”, “el instinto le gana al algoritmo” o “México te mueve el algoritmo” fueron frases recurrentes en el reciente Iberseries & Platino Industria.
Aunque el debate es más profundo y menos dicotómico, buena parte de la comunidad creativa iberoamericana parece estar alzando la voz ante un modelo de creación y producción dictado por estructuras prefabricadas.
“Se hacen demasiadas cosas y sin mucha cabeza, y me preocupa”, sostuvo Ana Rujas, guionista, directora y protagonista de la serie ‘Cardo’, producida por Buendía Estudios y Suma Content para Atresplayer Premium. “Creo que vamos a ir hacia producir menos cosas, y espero que tengamos más criterio en general”.
La creadora española celebró que Atresmedia les hubiera permitido a ella y a Claudia Costafreda hacer lo que les nacía con ‘Cardo’. “Pudimos expresarnos como queríamos, encontrar un lenguaje y contar lo que queríamos contar”.
Y es justamente esa confianza en el instinto de los creadores lo que está cambiando las cosas, según el argentino Daniel Burman, CEO de Oficina Burman, parte de The Mediapro Studio.
“La libertad que se nos está dando ahora es fruto de una decisión. La industria asumió que no tenemos idea de nada: no conocemos a nuestra audiencia y cuando leemos un informe ya está viejo. La única manera de que un producto tenga alguna posibilidad de conectar con alguien es que sea honesto y que salga de una necesidad vital de contar esa historia”, señaló el creador de ‘Iosi, el espía arrepentido’ (Prime Video). “Hoy eso está alineado con el mercado”.
Los showrunners presentes en el panel coincidieron en la importancia de ahondar en las emociones humanas para conmover y atravesar culturas e idiomas.
“Soy un convencido de que lo que más viaja son los dilemas morales, que son universales: abandono a mi padre por mi hijo, dejo mi trabajo para salvar a la Tierra… Y eso puede tomar cualquier cáscara. Las historias que funcionan son las capaces de conectar con emociones humanas primitivas”, dijo Burman.
El venezolano Leonardo Padrón agregó que ahora las plataformas están otorgando además un montón de herramientas para que ese viaje sea más fluido. Puso como ejemplo su historia ‘Pálpito’ (CMO Producciones), a la que Netflix estrenó con subtítulos en 35 idiomas.
“Para viajar, las historias necesitan un equipaje argumental universal”, amplió el experimentado escritor. “Siempre he sostenido que los dos principales pivotes de la calidad de una historia es la historia en sí misma y unos estupendos intérpretes. Creo en el poder de las historias mínimas. Todo lo demás es ganancia”.
Ante una abundancia de series sin carácter y ambientadas en no lugares, el gallego Pepe Coira ha respondido situando las historias en lugares muy concretos.
“Tú miras el mapa del mundo y dices: ¿dónde está el centro? Yo no lo sé. Desde niño me resultaban muy antipáticas las ficciones con una mirada paternalista a los pueblos. Algo que a ti te era familiar aparecía allí como pintoresco. Todas las ficciones que a mí se me ocurren tienen que ver con funcionar desde la periferia”, dijo.
Esta idea la materializó en sus últimas series con Portocabo para Movistar Plus+, ‘Hierro’, donde la isla canaria de El Hierro y sus habitantes moldean toda la trama del thriller, y ‘Rapa’, ambientada en impresionantes escenarios de la sierra A Capelada y rincones no muy vistos de Cedeira y Ferrol. Fueron dos éxitos rotundos de crítica y, al menos según la plataforma, también de audiencia.
“Los dilemas morales los tiene la gente rural, urbana, joven, anciana, rica o pobre. Hay gente muy interesante en Manhattan, pero también en la aldea donde nació mi padre”, resumió Coira.