Axel Kuschevatzky: “El sistema hoy está más parecido a 1946 que a lo que era hace 10 años” 

Con un idilio constante con los premios Oscar gracias a títulos como ‘El secreto de sus ojos’ o ‘Argentina, 1985’, el productor argentino Axel Kuschevatzky está poniendo su mirada también en la TV con su productora Infinity Hill. En diálogo con Cveintiuno, analiza el presente de la industria y comenta sus planes de producción, que incluyen series premium internacionales. 

Axel Kuschevatzky

El productor argentino Axel Kuschevatzky ya se ha vuelto uno de los nombres latinoamericanos más asiduos de los premios Oscar. Su momento cúlmine fue cuando la película ‘El secreto de sus ojos’, en la que participó como productor asociado, ganó el Oscar a mejor película extranjera en 2010. En la noche de ayer, aunque no pudo hacerse del galardón, el productor volvió a llevar al cine argentino a lo más alto con la nominación de ‘Argentina, 1985’ en la categoría de mejor película internacional. 

Lejos de ser un nombre asociado a éxitos puntuales, Axel Kuschevatzky tiene una carrera prolífica, ya que hace más de una década que participa como productor asociado en un promedio de dos películas al año. En efecto, el ejecutivo también tiene en su haber otros títulos reconocidos como ‘Un cuento chino’ (2011) o ‘Relatos salvajes’ (2014), entre muchos otros. 

Entretanto, en 2019 el argentino decidió aliarse con los productores Phin Glynn y Cindy Tepernman para lanzar su propia productora, Infinity Hill, con base de operaciones en Los Ángeles, Buenos Aires y Londres. La compañía es responsable de títulos de alta factura como ‘Staged’ (BBC), ‘Granizo’ (Netflix), ‘El gerente’ (Paramount+) o ‘Nasha Natasha’ (Netflix).  

Analizando el mercado audiovisual actual, Kuschevatzky reconoce en el “modelo streamer” una evidente similitud con el modelo tradicional de los estudios Hollywood y, a pesar de trabajar con plataformas que se hacen fuertes en dispositivos y pantallas pequeñas, afirma que todos los proyectos de Infinity Hill son pensados “para que se puedan ver en una pantalla de cine”. 

Infinity Hill es una productora de grandes películas, aunque muchas se han visto primero en plataformas. ¿Cómo ves este momento del cine en las plataformas? 

Hoy los streamers son una parte integral del modelo de producción. De hecho, funcionan como en otra época funcionaban los estudios: son generadores, participantes o licenciadores de los proyectos, igual que los estudios. Es interesante, porque todo el mundo cree que esta suerte de revolución de la distribución digital modificó profundamente el sistema, y les cuesta entender qué tan parecido termina siendo a como era el sistema en 1946 en términos estructurales. Hoy, el sistema está más parecido a 1946 que a lo que era hace 10 años. 

En particular, ¿qué es lo que se parece a 1946? 

En 1946 tenías integrada la producción, la distribución y la exhibición. Hoy, cualquiera que se suscriba a un streamer está viendo un sistema de integración vertical. La plataforma financia, produce y distribuye la película. Al final, es la boca de expendio. Y eso es más parecido a la forma más tradicional. La única diferencia grande es el concepto bajo demanda. Pero después, como modelo estructural, es muy parecido a los estudios clásicos de Hollywood, tanto en cine como en series.  

‘Argentina, 1985’

Si a eso le sumamos la publicidad o el FAST, parece que todo cambió para que no cambie nada… 

Cada vez que hay cambios sísmicos o evoluciones muy aceleradas aparece la gente que te dice que todo lo anterior no sirve y no existe más. Pero el tiempo demuestra que en realidad no funciona así: las audiencias van atrás de lo que les resulta interesante. En los últimos tres años, los espectadores sentimos que queremos oferta constante. Pero eso es muy caro y los ingresos de hoy no están a esa altura. Por eso, para seguir produciendo, los estudios quieren maximizar los ingresos impulsando el AVOD/FAST y repensando la distribución en cines. Es muy interesante cómo las crisis del sistema nos obligan a repensarnos todo el tiempo. Lo vivo como un desafío hermoso. Yo empecé a trabajar en televisión en 1995. Luego de tantos años, empiezas a desconfiar de las tendencias que parece que llegaron para quedarse definitivamente. Es cíclico.  

Hace un tiempo, Dennis Villeneuve (‘Dune’) criticaba la decisión de HBO Max de estrenar sus películas primero en streaming. ¿Cuál es tu postura en ese debate? 

Yo crecí en los años 70 en Argentina y la mayoría de las mejores películas las vi en un televisor cuando era adolescente, en el living de mis papás o en la casa de mis abuelos. Por supuesto que ver una película en el cine es una experiencia amplificada, para lo bueno y lo malo. Pero el camino que recorren las películas es más amplio. Arrancan en un lugar y van hacia otra dirección. Esto es así desde hace décadas. Yo no me opongo a que uno pueda ver películas donde sea, pero creo es que son experiencias distintas con diferentes repercusiones emocionales. ¿Eso hace que una película sea mejor o peor? No. ¿Hace que yo quiera cuidar y proteger la experiencia cinematográfica? Por supuesto. Pero yo no siento que haya una oposición entre la experiencia cinematográfica o ver una película en tu casa. No es una o la otra. 

Cuando hicimos ‘El gerente’ para Paramount+, siempre la pensamos como una película que se pudiera ver en el cine. No acotamos su escala y sus valores de producción a la pantalla chica. Aunque no sea su pantalla final, cada proyecto que hacemos en Infinity Hill lo desarrollamos con una visión cinematográfica. 

¿Qué lugar ocupa la TV dentro de Infinity Hill? 

Hasta ahora, nos fue muy bien con la serie ‘Staged’ en Reino Unido, que tuvo distribución mundial e hicimos tres temporadas. Las primeras dos temporadas se vieron en el prime time de la BBC y pronto saldrá la tercera, también en BBC. Nació como una serie pandémica. La hicimos en sociedad con Michael Sheen y David Tennant y fue como un boom en Inglaterra: BBC nos pidió más temporadas en seguida. Además, se volvió una serie de culto entre actores. En la segunda temporada estuvieron Cate Blanchett, Phoebe Waller-Bridge, Ewan McGregor, Christoph Waltz, Whoopi Goldberg, Ken Jeong… Eso pasaba porque a los actores les divertía que ‘Staged’ fuese una comedia sobre la vanidad de los actores en la pandemia.  

No obstante, no estaba planeada. Nuestra idea inicial era dedicarnos exclusivamente a películas, pero cuando llegó la pandemia y nos obligó a cerrar rodajes, por diferentes razones terminamos inventando esta serie. Y nos hizo muy felices. 

‘El gerente’ fue la primera película original argentina de Paramount+

¿Desde entonces han decidido producir más televisión?  

Sí, después hicimos ‘La hija de Dios’, que se va a estrenar este año en HBO Max. Es una serie documental en la que Dalma Maradona reconstruye su vida y su relación con Diego. Para mí es muy interesante porque es el Diego íntimo, el que rara vez se ve. La persona con sus fragilidades, deseos, sus zonas más complejas, contado desde una zona de mucho amor pero sin huir de los temas más complejos e incómodos de la vida de Diego. Es algo que nunca se vio, una ventana al mundo íntimo de alguien que no podía dejar de tener una vida pública, aun si lo eligiese. 

Otro proyecto televisivo ya anunciado es ‘The Islands’, sobre la guerra de las Malvinas. ¿Qué nos puedes adelantar sobre él? 

Paul Telegdy, a través de su compañía The Whole Spiel, se nos acercó para proponernos contar la guerra de las Malvinas in situ. No contar la trama política, sino cómo afectó la vida de las personas, tanto las tropas británicas como las argentinas y los isleños. Nos llamaba la atención que nadie hubiese contado Malvinas desde diferentes puntos de vista a partir de las múltiples experiencias. Lo mismo que con ‘Argentina 1985’: te preguntas por qué nadie contó esto antes. A lo mejor es porque tenía que pasar el tiempo; hay temas que requieren ser elaborados en términos sociales, quizás por una especie de desconfianza entre las partes.  

Por supuesto, cuando la anunciamos, muchísimos argentinos nos dijeron: “¿pero qué van a contar?” Para mí siempre fue muy importante establecer la integridad desde el punto de vista argentino y que no fuese una serie británica donde tienes dos escenas en las que se habla español. Eso no. Queremos explicar la importancia en términos históricos y emocionales que tuvo Malvinas para los argentinos y lo que pasó después. Creo que, hasta ahora, la mayoría de las películas o series argentinas que trataron Malvinas contaron más o menos lo mismo, los puntos de vista eran muy parecidos. Parte del desafío es, justamente, tratar de abordar lo diverso de la experiencia de la gente que fue a Malvinas.  

¿Están desarrollando proyectos puramente de América Latina o España? 

Los proyectos que tenemos son mayoritariamente en inglés. Esto tiene que ver con las escalas del mercado y la demanda de audiencia, plataformas y cadenas. Lo que sí hacemos siempre, y es casi filosófico, es tratar de tener talento latino en los proyectos, incluso aunque sean anglosajones. 

¿Cómo deciden que un proyecto es una película o una serie? 

Lo que manda es la narrativa: es lo que define la escala. Una historia que incluye múltiples puntos de vista y que por definición tiene una escala grande, justifica 100% ser una serie. ‘Argentina, 1985’ podría haber sido una serie si la narrativa hubiese tenido más puntos de vista. La decisión de que se centrara solo en dos, Strassera y Moreno Ocampo, la convertía naturalmente en una película. Tiene que ver con lo que estás contando. Cuando trabajaba en corporaciones siempre pensaba que es fundamental saber la escala exacta de cada proyecto, para no llevar la producción a una escala que no le corresponde. No forzar los proyectos a que sean lo que no son. En general, los productores tratamos de ser una herramienta del cuento. No se trata de imponer el cuento, sino que es el cuento el que nos dice cómo quiere ser contado. 

¿Y en qué punto entran ustedes a un proyecto? 

No hay un modelo único. Hay directores, productores, guionistas y actores con los que nos gusta trabajar a lo largo del tiempo. Son relaciones largas que implican continuidad, como en el caso del actor David Tennant o los directores Santiago Mitre, Pablo Trapero, Ariel Winograd, Daniela Goggi… A veces viene alguien y nos propone hacer una película, pero en ocasiones nosotros tomamos una opción o tenemos una idea y decidimos desarrollarla. A veces iniciamos los proyectos nosotros y otras veces los inicia otro y nos subimos en el camino. No tenemos una regla con eso.

Como nos gusta trabajar en alianzas, nuestra ambición no es ser solo dueños del proyecto. Nos gusta conectar, discutir y distribuir responsabilidades. Y también es una modalidad que nos permite hacer muchas cosas a la vez. 

Gonzalo Larrea 13-03-2023 ©cveintiuno

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