¿Los jóvenes se deben adaptar a la TV o la TV se debe adaptar a los jóvenes? Para el CEO y fundador de Flixxo, la alternativa es clara y el futuro de la propia industria está en juego en esa respuesta.
Que los jóvenes miran cada vez menos TV “tradicional” no es secreto ni novedad para nadie. Pero el riesgo que este cambio en los hábitos de consumo trae aparejado a veces parece no estar tan presente en el día a día, advierte Adrián Garelik.
Por eso el CEO y fundador de la plataforma de streaming de microseries Flixxo es radical con su análisis. “Si no encontramos las historias correctas para contarles a los jóvenes o si no adaptamos las plataformas a los modos que ellos tienen de consumo, esta industria en 10 años está muerta”, vaticina.
Los dichos de Garelik se dan en medio de la crisis de modelo que atraviesa la industria de la televisión, con las plataformas de las majors (a excepción de Netflix) perdiendo aún miles de millones de dólares y recortes generalizados que han provocado miles de despidos a nivel global.
“Estamos creando contenidos para nuestros padres y ellos dentro de poco no van a estar. Y nuestros hijos no van a contratar Netflix ni ninguna otra plataforma, porque no les interesa. Los jóvenes no miran televisión, pero sí pasan muchas horas consumiendo contenidos”, sostiene.
Un ejemplo de hacia dónde se está yendo ese consumo es TikTok, que alcanzó en septiembre de 2021 los 1.000 millones de usuarios activos mensuales y que cerrará el 2024 con 2.000 millones de usuarios, quienes gastan hoy en la aplicación US$ 10.000 millones, un hito que hasta ahora solo había estado reservado para las aplicaciones de videojuegos.
“Hoy los jóvenes miran películas en fragmentos en TikTok o un resumen de la película en TikTok y ya está, se sacaron de encima el tema de ver esa película, ya están en la conversación. No van a ir a pagar la plataforma por ese contenido. Sí, en cambio, están dispuestos a pagar por un creador en particular, suscribirse al canal de un creador y pagarle directamente”.
¿Y cómo se atrae a los jóvenes? Según el ejecutivo argentino, a través de dos maneras: entendiendo al público joven y trayendo a creadores de esa edad al ámbito “tradicional”.
“Suponer que nosotros podemos crear contenidos para chicos de 18 años, que hablan un idioma totalmente diferente al nuestro, es una locura”, opina.
Garelik fue uno de los mentores la semana pasada de la tercera edición del Hack Mafiz Málaga, una iniciativa del Festival de Málaga dedicada justamente a encontrar y dar espacio a nuevos creadores audiovisuales y nuevas narrativas.
El Hack Mafiz comenzó con una convocatoria abierta a la que se presentaron 11.500 participantes y de la que, tras diferentes pruebas, se seleccionaron 20 finalistas.
“Los 20 ganadores viajaron a Málaga invitados por el festival, donde estuvieron 10 días desarrollando un desafío. Aquí se les brindó cámaras, luces, equipos y permisos para rodar en la ciudad y al cabo de 10 días presentaron sus trabajos frente a la industria y ejecutivos de plataformas y productoras”, detalla.
“La idea es incorporar a estos creadores a la industria más tradicional”, agrega Garelik, que define a esta generación de autores como “Creadores 3.0”.
“Son creadores que trabajan con tres pilares básicos. Uno es la inmediatez. Si quieren contar algo, lo hacen en el momento, no se quieren meter en un proceso de industria y esperar tres años. Lo segundo es la libertad: no quieren que nadie les diga cómo tienen que contar las cosas. Y lo tercero es que trabajan colectivamente, nunca están solos y se juntan con gente de diferentes disciplinas”.
Esas reglas, sin embargo, no son compatibles con los procesos actuales de la industria, algo que según el CEO de Flixxo se podría solucionar creando verticales para la experimentación.
“Es mucho más fácil equivocarse con un contenido que vale muy poco dinero que con contenidos carísimos. Por una serie de US$ 10 millones que es un error se podrían haber cometido 500 errores con estos creadores y de repente encontrás cuatro o cinco series que son un hit con la misma inversión. Y hoy las plataformas pueden probar”, opina.
La serie británica ‘Fleabag’, argumenta, nació de esta manera, al igual que la serie española ‘Autodefensa’, estrenada por la plataforma de cine de autor Filmin.
“Netflix podría por ejemplo hacer un Netflix Lab y experimentar con nuevos creadores. Además, es una propuesta de valor muy interesante de comunicar: demostrar que no solo van con los grandes, sino que parte de su capital lo invierten en descubrir talentos y tendencias”.
“Pero esta es una industria que le cuesta muchísimo cambiar el status quo”, lamenta. “Ya nos cuesta a todos producir, si encima entra gente nueva es más competencia: se ve como eso”.
Mientras tanto el riesgo, avisa Garelik, es que los jóvenes se sigan fugando en masa hacia TikTik o los Reels de Instragram. “Es un contendido que es un rayo láser que te penetra el cerebro, que aprende lo que te gusta y, como es un contenido infinito, siempre tiene algo para darte”.
Y eso sin mencionar a Sora, la inteligencia artificial generativa de OpenIA capaz de crear videos a partir de texto.
“Lo que se ve de Sora es que Netflix no existe más. Me voy a hacer una serie para mí cuando tenga ganas. Voy a decir: ‘televisión, haceme una serie para mí con Ricardo Darín y Penélope Cruz, de media hora’ y te la genera para vos. Si la industria no empieza a ver eso y a adaptarse a los cambios…”.
Mientras tanto, y antes del apocalipsis de las máquinas del que el cine tanto nos advirtió, la industria debe adaptarse a los jóvenes, señala el ejecutivo, porque al revés no va a suceder.
“Es un público que no tiene por qué adaptarse a nosotros, sino que nosotros tenemos que adaptarnos a ellos. Es lo lógico, el que tiene el poder es el espectador”.